Oswaldo Nania | Carlos Raúl Villanueva: ¡El más importante arquitecto y urbanista del siglo XX!
La obra de Carlos Raúl Villanueva ayudó a sentar las bases de la modernidad y el urbanismo en la capital venezolana, pasando a ser referencia de todo el movimiento arquitectónico que vino después
DAT.- El trabajo de vida del arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva (Londres 1900 – Caracas 1975) es usualmente reconocido como uno de los legados más importantes e influyentes de la modernidad local, pues fueron él, sus ideas y sus obras las que moldearon la evolución estructural y urbanística de la capital y del país.
Dicho de otro modo, y como explica Oswaldo Nania, Villanueva fue eje fundamental de la construcción de la identidad arquitectónica y urbanística de lo que es hoy Caracas, y por ende es considerado como el más importante arquitecto y urbanista del siglo XX gracias a un sinfín de obras que hoy día siguen siendo referencia. ¿Ejemplos? ¡Muchos!
Hablando solo de su trabajo en Caracas, ciudad a la que convirtió en unas de las más modernas de América Latina, destacan 8 hitos arquitectónicos particulares:
La Reurbanización de El Silencio (1941)
- El Museo de Bellas Artes, hoy Galería de Arte Nacional (1935)
- Museo de Ciencias Naturales (1936)
- Urbanización 23 de Enero (1957)
- Urbanización San Martín (1949)
- Unidad Residencial El Paraíso (1955)
- Escuela Gran Colombia, hoy Grupo Escolar Francisco Pimentel (1939)
- La Ciudad Universitaria de Caracas (1944-1954)
Ya al interior del país sus obras más importantes fueron el Hotel Jardín (Maracay, 1929), la Plaza de Toros Maestranza César Girón (Maracay, 1933), la Escuela de Ingeniería de Petróleos de la Universidad del Zulia (Maracaibo, 1953) y el Museo Jesús Soto (Ciudad Bolívar, 1970).
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Oswaldo Nania: Ciudad Universitaria… ¡Patrimonio de la Humanidad!
El legado de Carlos Raúl Villanueva es extenso e inconmensurable en cuanto a importancia. Sin embargo, la corona de toda su trayectoria es la sede de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Caracas. De su diseño y construcción se encargó en 1944, inaugurándose parcialmente una década después (y totalmente tras otros 10 años).
Esta imponente obra se convirtió en la máxima creación del arquitecto venezolano, y para el año 2000 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que en su exposición de motivos concluyó que el conjunto era y es una pieza maestra de la arquitectura contemporánea y de la planificación urbana.
La Ciudad Universitaria de Caracas agrupa una gran cantidad de edificios y funciones en un área construida de 164,22 hectáreas (sus terrenos alcanzan las 202,53 hectáreas). Todas estas construcciones (muchas de ellas piezas maestras de la arquitectura contemporánea) están totalmente organizadas en un conjunto limpiamente interrelacionado.
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Entre los espacios más llamativos de este impresionante proyecto vale mencionar el Aula Magna, con sus nubes acústicas de Alexander Calder. Luego está el Estadio Olímpico, con sus enormes estatuas alegóricas al deporte, y también la Plaza Cubierta, con sus murales y esculturas de artistas como Jean Arp, Fernand Léger, Victor Vasarely y Mateo Manaure.
La integridad de las estructuras del campus se enriquece con piezas maestras de otras artes plásticas, que fue algo específico que buscó Villanueva en su planificación y que terminó llamando ‘La Síntesis de las Artes Mayores’. Esto se logró gracias a la convocatoria de 10 artistas internacionales y 15 noveles artistas venezolanos.
¿El resultado? Unas 108 obras exclusivas (1 acústica, 2 plásticas, 14 esculturas, 1 cinética, 78 murales, 7 relieves, 1 retrato y 4 vitrales) que bien podrían convertir a la Ciudad Universitaria en una especie de galería de arte a campo abierto, y que son uno de los motivos principales por los cuales la UNESCO otorgó al espacio el estatus de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Oswaldo Nania: Facultad de Arquitectura y Urbanismo
Si la Ciudad Universitaria de Caracas es la corona del legado de Carlos Raúl Villanueva, pues el edificio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV es una de sus muchas joyas. Y es obvio que fuera así pues esta sería la sede donde se formarían las mentes del futuro de su disciplina.
El edificio en sí se construyó en 1957 sobre un área de terreno de 5.600 m2 y con un área construida de aproximadamente 50.000 m2. El diseño moderno comprende seis áreas de trabajo claramente diferenciadas (composición, construcción, pintura y escultura, urbanismo y teoría), todas girando en torno a una torre central de nueve pisos de altura.
Esa torre está levantada sobre un sistema de pórticos de concreto, y cuenta con dos fachadas adornadas por dos inmensos muros verticales igualmente de nueve pisos de altura que sirven de soporte a una imponente obra de Alejandro Otero.
La planta baja del edificio es un espacio caracterizado por sus cambios de escala y nivel, y donde confluyen múltiples actividades que van desde salas de exposiciones a una biblioteca, pasando por cafetines, un auditorio y varios talleres, todo esto enlazado entre corredores y pequeños jardines internos y delimitados por muros de pieles caladas.
“La crudeza de esta edificación fue concebida por Villanueva como un ejercicio mismo de la arquitectura”, expone vía online la propia Facultad sobre su sede, dejando claras las intenciones con las que un maestro quiso dejar plasmado sus ideales.
(Con información de Oswaldo Nania)