NASA crea batería que soportaría extremas condiciones en Venus
La agencia de Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio estadounidense (NASA por sus siglas en inglés) anunció que colaboracon la empresa estadounidense Advanced Thermal Batteries (ATB) para desarrollar un nuevo sistema de baterías térmicas capaz de operar por más tiempo en las extremas condiciones ambientales de Venus.
Tal sistema permitiría ampliar la vida operativa de las futuras misiones que explorarán la superficie del planeta vecino, el segundo en distancia del Sol en nuestro sistema planetario.
Venus, señalado como ‘gemelo malvado’ de la tierra, presenta algunas similitudes con nuestro planeta en cuanto a tamaño, masa y composición, abunda la nota, y refiere que, sin embargo, los dos planetas son totalmente diferentes en cuestiones térmicas y atmosféricas, puesto que la temperatura promedio en la superficie venusiana es de unos 465 grados Celsius, y la presión superficial puede alcanzar hasta los 92 bares, es decir 92 veces la atmósfera terreste.
Según el informe de la NASA titulado «Baterías primarias de alta temperatura para misiones de superficie de Venus», hay evidencia de que la atmósfera del planeta es muy corrosiva al estar compuesta principalmente de ácido sulfúrico, sustancia que afectaría los materiales, como el cobre, usados en las naves espaciales.
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Encontrar nuevas opciones tecnológicas
Los científicos se encuentran ante un gran desafío a causa de las condiciones ambientales de Venus, por lo que deben encontrar materiales y enfoques ingenieriles que permitan prolongar la operación de los componentes, como las baterías, que integran tanto a los módulos de descenso como a las sondas espaciales, refiere RT.
En un intento por solucionar esta situación, los especialistas de la NASA y ATB crearon la primera batería con la capacidad de funcionar a altas temperaturas durante un día solar venusiano, que equivale a 120 días terrestres. El dispositivo de almacenamiento energético está basado en la tecnología de los sistemas de baterías térmicas que se emplean comúnmente para propulsar los misiles inteligentes.
Según la NASA, su nueva batería consta de 17 celdas individuales, y está hecha con materiales químicos y estructurales únicos y formará parte del ‘Explorador del Sistema Solar In Situ de Larga Duración’ (LLISSE, por sus siglas en inglés), que estiman será el próximo módulo de la NASA que pretende posarse sobre la superficie de Venus, cuyo objetivo es permanecer 60 días venusianos.
Se espera que el LLISSE, que pesará alrededor de 10 kilógramos, recopile datos obtenidos de los sensores para medir vientos, la radiación, la temperatura, la presión y la abundancia de componentes químicos atmosféricos, los cuales finalmente serán transmitidos a un orbitador. Por su parte, ATB comunicó que mostrará un prototipo completo de su nuevo sistema de baterías térmicas en los próximos 18 meses.
Soviéticos fueron pioneros en Venus
El portal Universo Hoy destaca en un boletín las condiciones extremas a las que se sometieron las misiones no tripuladas que lograron tocar la superficie venusiana y recuerda que el vehículo que más soportó las condiciones allí tuvo una vida útil máxima de 127 minutos. Destaca que la primera nave espacial en ingresar a la atmósfera de Venus fue la sonda soviética Venera 3, que se estrelló el 1 de marzo de 1966 y fue el ciclo de misiones Venera el pionero en el estudio de ese cuerpo celeste.
Explica el reporte que la Venera 3 «fue destruida en la atmósfera superior, por lo que no pudo devolver ninguna información útil a la Tierra», y abunda señalando que la siguiente nave espacial que intentó posarse sobre la superficie de Venus fue la nave espacial soviética Venera 4, que ingresó a la atmósfera el 18 de octubre de 1967 y pudo implementar varios experimentos científicos y los estaba operando a medida que pasaba a través de la atmósfera de Venus.
Pero los planificadores de la misión de Venera 4 no previeron la inmensa densidad de la atmósfera de Venus, por lo que el vehículo se quedó sin batería a unos 25 km sobre la superficie del planeta.
Pero este fracaso ayudó a los planificadores de misiones a comprender mejor las condiciones en Venus, señala el medio.
Misiones Venera
Continuando, durante la era soviética que finalizó a inicios de la década de 1990, se lanzó la nave espacial Venera 7, que fue construida para soportar 180 veces la presión atmosférica de la Tierra y usó un paracaídas especial para dejarla caer rápidamente a través de la atmósfera.
Se cree que el paracaídas falló parcialmente, por lo que impactó estrepitosamente en la superficie de Venus y sólo pudo devolver datos de temperatura durante unos 20 minutos.
No obstante, la misión de la Venera 8 sobrevivió 50 minutos en la superficie de Venus, durante los cuales enviando datos.
Las primeras fotografías tomadas desde la superficie de Venus fueron enviadas por las naves espaciales Venera 9 y 10. Venera 9 se posó en la superficie de Venus el 22 de octubre de 1975 y operó en la superficie de Venus durante 53 minutos. Envió las primeras imágenes jamás capturadas desde la superficie de Venus. Venera 10 llegó el 25 de octubre y capturó imágenes de rocas de lava en forma de panqueque. Venera 10 duró 65 minutos y pudo ver más lejos que Venera 9.
Sin embargo, señala el boletín del sitio web, las llegadas más exitosas a Venus fueron las de las misiones soviéticas Venera 13 y Venera 14, que se posaron en la superficie del planeta 1 y el 5 de marzo de 1982. Ambos artefactos sobrevivieron más de una hora (127 minutos en el caso de la número 13) y arrojaron las primeras imágenes en color capturadas desde la superficie de Venus.
El boletín de Universo Hoy estima que todas las naves espaciales que alguna vez llegaron a Venus probablemente todavía estén allí hoy.
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