16 mayo, 2024
música, danza y moda se funden en el fenómeno

Sencillos ritmos de electrónica y dinámicas coreografías se fusionan en el K-pop. Interpretados por multitudinarias formaciones de jóvenes uniformados, conocidos como “idols”, el pop surcoreano es un fenómeno mundial de fans. Con gran expectación ha llegado el primer tema en solitario de Jungkook, integrante de la banda BTS.

Pero el K-pop no es algo nuevo. Originado a principios de los años noventa por la fusión de la música popular coreana con las influencias de la industria estadounidense el estilo musical revivió hace algunos años de nuevo. De creciente popularidad entre la generación z, desde entonces ha conquistado las listas de éxito occidentales. Grupos como Blackpink, Seventeen o los mundialmente idolatrados BTS siguen su curso sin freno en la industria.

Actualmente en período de descanso hasta 2025, BTS ha logrado una fama internacional reflejada en su visita en 2022 a La Casa Blanca. También en torno a su equiparación en cifras a los Beatles, con cuatro álbumes número uno en EE.UU. en menos de dos años. Este registro no se lograba desde que entre 1966 y 1968 lo hicieran los británicos.

La inclusión de BTS junto con Blackpink en la última edición del festival californiano de Coachella evidencia una popularidad que se extiende a las carreras en solitario de algunos integrantes. Jennie, de la segunda banda citada, actuó en la última serie de HBO “The Idol”; y Jungkook, el miembro más joven de BTS, lanzó ayer su primera canción en solitario titulada “Seven”.

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En escenarios y pasarelas

El 22 de julio en Madrid se realizará el KPop Lux, considerado el “mayor festival de k-pop del mundo”. Se esperan 45.000 personas y participan seis bandas, entre ellas el sexteto femenino Ive, Enhyphen o Ateez.

Pero la influencia del K-pop va más allá de los escenarios. Tanto así que hasta en la última Semana de la Moda parisina en enero, en lugar de artistas de Hollywood o “influencers” se vio a estrellas de formaciones surcoreanas. Así, Enhypen, EXO, NCT, Seventeen o BTS pudieron ser fotografiados como asistentes a desfiles de marcas como Prada, Dior o Chanel.

No obstante, la industria musical surcoreana posee también su reverso oscuro. Y es que el carácter comercial de estas formaciones las convierte en productos surgidos de exigentes procesos de selección y entrenamiento. El suicidio de artistas, en torno a la veintena, como Moonbin (del grupo Astro), de Jonghyun (Shynee) o de Goo Hara (Kara) ha alarmado a los clubs de fans.

Asimismo, el acercamiento a la treintena de algunos “idols” masculinos ha despertado la preocupación ante el advenimiento del servicio militar. El cual, dicho sea de paso, es de obligado cumplimiento en Corea del Sur. Este contratiempo, que pudiera truncar la carrera de las principales formaciones, es un arma de doble filo para el gobierno surcoreano.

Invasión musical

El gobierno surcoreano encuentra en estas bandas un medio para promover la cultura local y a la vez que sirvan de ejemplo para sus ciudadanos. Sin embargo, la amenaza de que el servicio militar trunque la carrera de los componentes de BTS ha generado un debate. Se discute si debería eximírseles de esa obligación. O, al menos, permitírseles posponerlo hasta la treinta, reseña la agencia EFE.

El descanso actual y hasta 2025 de BTS y el trigésimo cumpleaños de Jin, su miembro más longevo, ha llamado la atención de los admiradores. Ante esto la banda no ha explicado con concreción el motivo del receso. Pero no por ello el K-pop se detiene o acaba. Por el contrario, el descanso de algunos abre la puerta a otros para iniciar una carrera que se vuelve cada vez más competitiva. Incluso de aquellos que apelan a cantar en solitario para no perder el éxito alcanzado en grupo.

https://www.youtube.com/watch?v=x6mc_rRwD3A



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