27 abril, 2024
Mía, la gata que trajo amor a nuestras vidas

Mía, nuestra adorable compañera felina, tiene el talento extraordinario de dormir en cualquier lugar. Su dulzura y ternura nos han cautivado tanto que decidimos llamarla así, Mía. Hace ya tres años que llegó a nuestras vidas y desde entonces, se ha convertido en parte indispensable de nuestra familia.

Todo comenzó un día cuando fuimos a comprar pan al C.C. Concresa. Mientras estábamos allí, vimos a un pequeño gatito saltando y correteando por el lugar. Al percatarnos de que no pertenecía a nadie, le preguntamos a una chica si el gato tenía dueño, a lo que ella respondió que no.

La vimos tan inquieta y desamparada que decidimos esperar un poco más, por si alguien aparecía reclamándola. Sin embargo, nadie llegó, y al final, tomamos la decisión de llevarla a nuestra casa.

Mia tiene una habilidad especial para encontrar los lugares más insólitos donde tomar sus siestas. Es tan dulce y tierna que decidimos llamarla Mía, un nombre que refleja lo cercana que se ha vuelto a nuestros corazones, porque todos en casa decíamos, no es mía, noo, mía, así que es nuestra.

Cuidar de Mía es una prioridad para nosotros, está esterilizada y dos veces al año, la llevamos al veterinario para realizar sus controles y asegurarnos de que se encuentre en óptimas condiciones de salud. Afortunadamente, Mía ha sido siempre una gatita sana y fuerte, lo cual es motivo de gran alegría para todos.

Pero Mía tiene un talento que, si bien puede resultar un tanto perturbador, no deja de ser impresionante. Ella es una cazadora excepcional y no duda en compartir sus “premios” con nuestra familia. Aunque cazar chicharras puede resultar desagradable, Mía también ha mostrado su destreza al desplumar pájaros y ofrecerlos como regalos. No podemos evitar sentirnos halagados, aunque a veces resulte un tanto incómodo aceptar estos presentes.

A pesar de su valentía cazadora, Mía se muestra temerosa cuando se trata de salir a la calle. Sin embargo, le brindamos la libertad de disfrutar del patio y el jardín de nuestro hogar. Mía no es una gata callejera ni abusiva, siempre se comporta con elegancia y nunca ha intentado tomar algo que no le pertenezca.

Ella disfruta de las caricias y nosotros de acariciarla
Ella disfruta de las caricias y nosotros de acariciarla

Esta pequeña gatita es verdaderamente una niña amada y su presencia ha llenado de dicha nuestro hogar. Nos aseguramos de consentirla comprándole juguetes que adora y, aunque no haya límites para Mia, ella siempre elige dormir tanto en su cama como en la nuestra.

Mia nos ha enseñado una lección invaluable de amor incondicional. Su nobleza y cariño han dejado claro que amarla es un verdadero regalo y una bendición en nuestras vidas.

Aunque Mia es una gatita tranquila y apacible en casa, nos hemos enterado de que a veces se enfrasca en peleas con otros gatos. Sin embargo, para nuestra sorpresa, se muestra siempre serena y pacífica en presencia de nuestros perros y otro gato de la familia. Esto demuestra lo especial que es Mia, capaz de establecer vínculos de amistad y respeto con sus compañeros animales.

Es notable cómo Mia muestra su amor y protección hacia nuestra familia. Ella no tolera la presencia de extraños fuera de casa, pero dentro de sus muros, es una guardiana incansable, siempre cuidando y protegiendo a los suyos.

Es maravilloso contemplar cómo Mía puede ser a la vez cercana e independiente. Sentirla cerca y saber que ella también valora su espacio personal es una experiencia única. Sentimos una profunda gratitud por tenerla en nuestras vidas y deseamos disfrutar de su compañía durante muchos años más.

La historia de Mía nos recuerda el poder del amor incondicional que nuestras mascotas nos brindan. Su nobleza y afecto son una inspiración para todos nosotros. Mía ha dejado una huella imborrable en nuestra vida y nos enseña que el amor hacia nuestros animales es un verdadero regalo que nos llena de alegría y gratitud, porque nosotros jamás habíamos tenido gatos.



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