19 mayo, 2024
Los videos de Leopoldo - Últimas Noticias

Por encima de la mugre que destilan los videos recientemente publicados por el fiscal general, de ellos se pueden sacar lecciones útiles.

Una, – y es para los despistados que aún piensan en el ciudadano Leopoldo López como alguien que en un futuro tendría posibilidades presidenciales, que mejor sería que se internen en un monasterio budista, a ver si repitiendo mantras se les quita la idiotez- las conversaciones filtradas, llenas de piticos que sirven de censuras a las palabrotas o a las menciones de López y su compinche de Pdvsa de personajes aún no capturados o en proceso de investigación, demuestran el bajo nivel de la pandilla que lleva más de dos décadas intentando apoderarse del país, porque no les bastan los robos cometidos en el interinato.

En ellas no se encuentra de arranque una idea que sirva para pensar que con esa gente el país puede enderezarse.

El amor al dinero que ni se trabaja ni se merece es lo que trasluce en todas las conversaciones, y ni siquiera aflora de la boca de Leopoldo López la sagacidad que se espera tenga un político.

El ciudadano mencionado es tan arrogante que poco le faltó para añadir, en una entrevista obviamente arreglada, la frase “y qué” con que los más salvajes criminales terminan una declaración una vez atrapados.

Lo único que se le ocurre a López para contraatacar al fiscal Tarek William Saab es acusar al jefe de la vindicta pública como supuesto cómplice que conversaba con él para derrocar a Nicolás Maduro.

¡Bravo y olé!

¿Qué tal si la periodista, en vez de ser parte de la tramoya, hubiese sido una entrevistadora seria y repreguntase al presunto presidenciable: “Señor Leopoldo López, por su cabeza no pasó que pudo ser el presidente Nicolás Maduro quien ordenara al fiscal contactarlo para tenderle una emboscada?

Leopoldo López, y se puede decir igualmente de todos los que vienen manejando la oposición desde un cuarto de siglo para atrás, son realmente políticos de tercera categoría.
Y un personaje así fue incapaz de prever que lo podían estar grabando, para entonces enviar a parlamentar con el bandido de Pdvsa a otro sinvergüenza de menor rango.

O, una vez grabado, inventar en época de postverdad, “que no es Leopoldo sino la voz de la inteligencia artificial arreglada por nuestro gobierno, para perjudicar su carrera”.
Era mucho pedir, como peras al olmo.

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