23 enero, 2025
Los niños con frenillo lingual deben ir a terapia

Los niños que tienen frenillo lingual y serán sometidos a una cirugía correctiva deben recibir terapia vocal antes y después de la intervención para evitar que la condición se regenere.

Después de la resolución quirúrgica es fundamental que el chamo siga la terapia del lenguaje que ya venía haciendo para que la cicatrización cumpla su debido proceso y la lengua no se les vuelva a pegar.

María Elizabeth de Freitas, médico en otorrinolaringología, en una entrevista con Últimas Noticias, precisó que esto es muy importante para el éxito del procedimiento y el bienestar del menor.

La terapia es fundamental, aunque el niño tenga miedo más que dolor, ya que de lo contrario si no aprende a mover la lengua, esta se va a cicatrizar y retraer.

Además, la retracción de la lengua puede generar una complicación postquirúrgica tardía. “Si no hace los ejercicios se le puede volver a regenerar el frenillo, porque la cicatrización se da muy rápido”, agregó.

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La decisión de operar

Las maneras para diagnosticar que un niño sufre de frenillo lingual pueden ser diversas, así como la decisión de llevarlo a cirugía. En este último aspecto, juega un papel determinante la terapia previa.

A través de esta se puede saber si va o no al quirófano porque el ejercicio de mover la lengua permite evaluar cómo es el habla del niño, cómo pronuncia las palabras y si el movimiento es muy forzado o le genera dificultad en sus funciones cotidianas como comer.

Hay casos de niños que tienen problemas en la pronunciación de fonemas. Van a terapia y si sólo con terapia mejoran, se puede obviar la cirugía que es la única opción médica indicada para corregir el frenillo lingual.

Sin embargo, si no hay mejora, la misma terapista remite al niño a un otorrinolaringólogo para que se proceda a la cirugía, y al siguiente día de la intervención, debe acudir a su terapia rutinaria.

Para la operación también hay que hacer una variedad de pruebas para evitar complicaciones como un niño que tiene problemas de coagulación. En términos generales, la cirugía se aplica para niños de cualquier edad, incluso los recién nacidos.

Los indicados para tratar el frenillo lingual son los especialistas quirúrgicos como otorrinolaringólogos y en niños de mayor edad los puede tratar un cirujano bucal.
“Esto es muy importante porque si hay una complicación hemorrágica no la puede solventar un médico general o un pediatra. Tiene que ser un especialista con el instrumental necesario”, señaló .

Alteración genética

El frenillo lingual (anquiloglosia) es una alteración congénita o malformación genética de la lengua que se da en los niños. Significa que la lengua se mantiene anclada a la parte baja de la boca y hay cuatro tipos que van a depender de cuán elástico sea, así como la proporción de la unión al piso de la boca y limitación de la movilidad.

Los tipos son identificados del uno al cuatro. El tipo 1 se refiere a cuando la condición es más visible porque se une a la punta de la lengua; el 2, cuando se mantiene una unión un poco más atrás de la punta de la lengua; el 3, se clasifica como una agrupación de los dos primeros, y el 4, es cuando no está a simple vista, provocando un movimiento asimétrico de la lengua.

La otorrino comentó que cuando se produce la sintomatología, la mayoría de las veces los pacientes son tratados cuando niños, por eso muy rara vez se presentan casos de adultos con frenillo lingual. De darse un caso, se utilizan las mismas técnicas de corrección como la cirugía.

De Freitas, médico con postgrado en otorrinolaringología del Hospital Militar de Caracas, subrayó que en Venezuela hay figuras como las consejeras de lactancia y doulas que tienen un papel destacado en diagnosticar el problema.

“Son las que más se pueden dar cuenta en un principio porque son las que acompañan a las mamás a la hora de amamantar, y es cuando se puede ver una mayor limitación. Más grandes, por lo general, son las madres al darse cuenta de que tiene dificultad para ingerir alimentos sólidos, por ejemplo”, asentó la médico, quien da recomendaciones en su instagram @otorrinomariadefreitas.

El trastorno del frenillo lingual afecta a un promedio de entre uno y 2,8% de los niños, pero afecta de 4 a 11% de los recién nacidos. Es más común en niños y según Mayo Clinic, la afección puede ser hereditaria en algunos casos.

Síntomas tempranos

Los síntomas se pueden ver desde que el bebé nace y los más tempranos son, la dificultad del niño para alimentarse del pecho de la mamá. Por ejemplo, puede ser que se alimente, pero por períodos muy cortos o que no haya un buen agarre de la mama, lo que también le causaría a la madre dolor o algunas lesiones.

Por otra parte, cuando el niño comienza a hablar, el diagnóstico puede ser diferente, ya que hay otro tipo de problemas que se comienzan a reflejar, sobre todo en la pronunciación de las palabras, pero también para comer ciertos alimentos sólidos.

Lo importante es prestar atención a tiempo porque esto también puede causar mala higiene bucal, debido a que no se pueden retirar con facilidad los restos de alimentos entre los dientes y se dificultan, entre otras cosas, utilizar la boca para lo que se requiere, como tocar un instrumento musical de viento.



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