Karol G se despidió de Venezuela con un cierre colosal

La magia y fantasía, de una historia de color y música, enmarcó una fiesta llena de sobresaltos con Karol G de protagonista. Por segundo día consecutivo, este sábado 23 de marzo, la cantante colombiana ofreció en Caracas un espectáculo que no dejó indiferente a nadie. Con su tour “Mañana será bonito”, la colombiana regresó al escenario del estadio Monumental Simón Bolívar para entregarse tanto o más que en su primera jornada.

Para amarrar al público desde el principio, “La Bichota” inició su viaje con una historia animada. A mil por hora, múltiples corazones vibraron al ritmo del reguetón mientras descubrían lo que ocurría con una hermosa y feliz sirena de cabello rojo. Con canciones llenas de amor y desamor, coreadas a rabiar, los asistentes abandonaron el recinto pasadas las 12 de la noche. Lo harían afónicos.

Embutida en una malla con cristales, Karol G irrumpió en la tarima arropada por una ola de gritos. Su energía y simpatía hicieron que a cada paso del espectáculo supiera arrollar con su talento. Desde el minuto uno conquistaría a la audiencia. Se cambiaría varias veces de look.

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“Tá OK”

Durante el viaje musical exploraría diversos géneros y estilos. En cada uno, sabría aportar personalidad y calidez.

Interacción constante, entrega y buen humor definirían su estado de ánimo durante una jornada rítmica que se extendió por casi dos horas y media de espectáculo. En ella, se conectaría con el público infinidad de veces con comentarios que daban cuenta de su absoluta proximidad.

Sencillos como “Mi cama”, “La Tusa”, “TQG”, “Tá OK” o “El Makinon”, lograría elevar a Karol G a la cima. En cada uno, amparada por el apoyo incondicional de un público que no paró de corearla a todo gañote.

Sus temas más recientes, así como otros más viejos y populares, fueron recibidos de brazos abiertos y con las gargantas prestas.

En sí, ella es todo un fenómeno que representa una mina de oro a partir del poder que ha alcanzado con sus canciones y estilo.

Sorpresa sorpresa

Su transformación física y musical la ha convertido en sí misma en una fábrica de éxitos. Desde el outfit que impone en sus fanáticas, con sombreros, prendas metalizadas, con diamantes y mucho color rosa, trenzas del cabello, maquillaje y sonrisas que se extienden de oreja a oreja; hasta sus letras de amor y desamor empaquetadas en ritmos que invitan a bailar mientras se entona con euforia una de despecho.

Cambios de vestuario, escenografía, fuego, pirotecnia, papelillos, Karol G lo tuvo todo para sacudir emociones ofreciendo una potente experiencia en la que nada quedó al azar. La coordinación de todos los elementos hicieron que el recorrido fluyera como un río desapareciendo el tedio.

A ratos parecía, además, rendir tributo a otras divas como Britney Spears (con un atuendo que recuerda a uno de los del video de “Toxic”). También a Shakira con potentes movimientos de cadera e incluso a Jennifer Lopez con coreografías de gran dificultad.

Pero el momento más especial y ovacionado de la velada sería durante la invitación a cantar a Servando y Florentino. El acto generaría un tsunami de gritos y aplausos que podían erizar la piel de cualquiera, incluso a kilómetros de distancia. Sin duda el clímax de un show que se paseó por temas 36 temas en total, y que terminó pasadas las 12 de la noche.

En medio de la emoción de tener a los Hermanos Primera allí, Karol G confesaría que “De sol a sol” era uno de sus temas preferidos durante la adolescencia. También dijo que aún lo canta y baila en las fiestas privadas con sus amigos.