2 mayo, 2024

Héctor Andrés Obregón Pérez | Ingresos pasivos: ¿Qué son? ¡Características y diferencias con los ingresos activos!

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DAT.- Hablar de ingresos pasivos es hacerlo de una excelente manera de hacer crecer nuestros ahorros de una forma estable y sin demasiado esfuerzo. ¿Por qué? Pues porque son todas las rentas obtenidas al poner a trabajar parte de nuestro capital. Existen múltiples formas de generarlos que van desde los intereses de una cuenta ahorro a grandes inversiones.

Explica Héctor Andrés Obregón Pérez que la mayoría de las economías familiares se sustentan en el dinero obtenido del trabajo de sus miembros. Esto es lo que conocemos como ingreso activo, ya que requiere de un esfuerzo personal y unas horas de nuestro tiempo para obtenerlo. Contar con una (o varias) fuentes de ingresos extra que no requieran apenas de nuestra dedicación es una forma excelente de crear un colchón que favorezca a una vida financiera sana a medio y largo plazo, especialmente si la situación económica da algún vuelco en forma de jubilación, despido o simplemente sigue subiendo el coste de vida.

La gran diferencia entre ingresos activos e ingresos pasivos radica en el tiempo y esfuerzo que debemos dedicar de forma regular a ambas tareas. Mientras que los ingresos activos requieren de nuestra habilidad y horas, en los pasivos es el dinero quien trabaja, lo que supone una inversión mucho menor de tiempo y trabajo por nuestra parte.

No siempre los ingresos pasivos requieren de grandes ahorros. A veces podemos compensar ese factor con algo de esfuerzo por nuestra parte, pero con la idea de automatizar lo máximo posible un proceso con la voluntad de generar rentas de manera autónoma.

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Ventajas y desventajas de los ingresos activos y pasivos

Aunque el resultado de ambas se traduzca en forma de dinero, las diferencias entre estos dos tipos de ingresos son muchas, por lo que más que alternativas, resultan complementarias. La idea de generar ingresos pasivos es genial para fortalecer nuestra salud financiera, pero lo habitual es contar con ambas para que nuestra economía sea lo más sólida posible.

Si hablamos de ventajas, los ingresos activos se caracterizan por:

  • La seguridad de recibir un capital fijo a cambio de realizar una actividad determinada.
  • La capacidad de recibirlo de manera regular durante un periodo de tiempo.
  • Las garantías de cobro y/o bonificación en caso de vulneraciones del contrato.
  • Permite optar, si se cumplen ciertas condiciones, a otras fuentes como la pensión.
  • El pago directo de impuestos simplifica trámites y ofrece una visión más clara de nuestro dinero.
  • Si son lo suficientemente altos, otorgan independencia financiera sin necesidad de otras fuentes.
  • En cambio, también tienen algunos contras que debemos tener en cuenta:
  • El esfuerzo suele ser elevado, ocupando normalmente un tercio de nuestra semana laboral.
  • Elevar la cantidad total exige un sobreesfuerzo (horas extra, trabajos complementarios, renegociar contratos o buscar un nuevo trabajo).
  • Con los elevados costes de vida, a menudo los ingresos activos no son suficientes para afrontar el día a día.

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Tipos de ingresos pasivos que se pueden aprovechar

Hay muchos tipos de ingresos pasivos que puedes usar para mejorar tu estabilidad financiera. La clave es encontrar uno (o varios) que se ajusten a tus posibilidades y coincidan con tu forma de vivir las finanzas, eligiendo en todo momento entre la dedicación y riesgo que presentan para ti.

Los productos financieros como los depósitos, cuentas remuneradas, fondos de inversión, acciones o rentas fijas, entre muchos otros, son una de las formas más extendidas de generar ingresos pasivos. Existen muchas opciones, pero el gran hándicap que presenta aprovechar las mejores oportunidades es el conocimiento. Los productos financieros más seguros suelen generar pocos rendimientos, por lo que conocer la cantidad de variables y de letra pequeña permitirán estudiar y acometer opciones con un riesgo más elevado, pero un mayor beneficio.

Bienes inmuebles, una gran fuente de ingresos pasivos: Cuando hablamos de inversión inmobiliaria puede parecer que debamos ser millonarios para poder hacer efectiva esta opción, pero lo cierto es que, a día de hoy, generar ingresos pasivos a través del alquiler es más accesible que nunca.

La creación de contenidos digitales y su monitorización: Todos hemos escuchado de influencers, youtubers y streamers que han convertido la creación de su contenido en un lucrativo negocio a través de patrocinios, ventas, suscripciones y donaciones. Aunque llegar a esos niveles exige años, talento y suerte, sí que es posible pensar en opciones más modestas que permitan generar un dinero extra de manera periódica si tenemos ciertas habilidades online. Las más habituales suelen moverse alrededor de la creación de blogs, webs de afiliación o perfiles en redes sociales para monetizarlos a través de las visualizaciones. Piensa que las marcas valoran más una audiencia pequeña pero local, que un perfil con muchos seguidores, pero ubicados en otros mercados.

(Con información de Héctor Andrés Obregón Pérez)