18 abril, 2024

“Hacer muñecas es un acto de resistencia”

“Hacer muñecas es un acto de resistencia”


A la artesanía criolla la representa, con la venia de sus miembros, Aura Rosa Córdova: Muñequera desde hace 40 años, nacida el 5 de julio de 1947 en Petare y criada desde los 7 años como una “orgullosa” guatireña.

Hoy forma parte de los ganadores del Premio Nacional de Cultura 2021-2022 por su labor como artesana muñequera, así como por la labor social, cultural y política que ha ejercido desde esa trinchera cultural.

Pero eso no es todo

Rosa Córdova, como mejor la conocen, fue también recientemente nombrada Patrimonio Cultural viviente de la Nación y esos son solo dos de los títulos que ostenta. Se le ha reconocido con la Orden Villa Heroica, Orden Pedro Muñoz mención Artesanía, es Patrimonio viviente del estado Miranda, Cultora de Honor de la Gobernación del estado Miranda y Ganadora del Concurso Nacional de Artesanía Pedro Reyes Millan 2022.

—¿Cómo se siente con este premio que le han otorgado?

—Estoy inmensamente feliz por este reconocimiento que es para las mujeres y hombres que desde sus hogares y comunidades realizan muñecas de trapo en un sublime acto de resistencia cultural. Agradezco a Dios, a mi familia, a todo el sector artesanal, especialmente a los muñequeros y muñequeras. A Aracelis García de la Fundación Red de Arte, al Ministro Ernesto Villegas y a los amigos y amigas que me han brindado su apoyo.

—¿Qué es para usted la muñequería?

—Hacer muñecas es un acto de resistencia cultural ante el inmenso despliegue publicitario que reciben nuestras niñas niños y jóvenes incitando al uso del juguete industriales. Hacer muñecas es una forma de vida que llena de felicidad a quien las realiza y a quien las adquiere.

—¿Cómo son las muñecas de Aura Rosa Córdova. Qué las diferencia del resto?

—Tengo una producción variada de muñecas. Algunas son de uso lúdico, hay otras que hablan de nuestras manifestaciones culturales o de nuestra historia Patria y también están las que cuentan una vivencia social cultural o política.

—¿De qué otras formas pone en práctica esa tan necesaria resistencia cultural?

—Mi vida es un constante movimiento hay tanto por hacer. Soy del Movimiento de Artesanos Guatireños Artegua, pertenezco a la Escuela Itinerante de Cocina Popular (Eicopal), cuya misión es mejorar la alimentación en la población.

Desde el año pasado estoy impulsando la labor de las dulceras gastronómicas de Guatire y Araira y desde hace casi 3 años inicié, con las artesanas muñequeras Clairet Sucre y Karina Rivas, un movimiento muñequero que ha crecido vertiginosamente y agrupa a un gran número de muñequeras y muñequeros del país, que hoy tiene por nombre, Movimiento de Muñequeras y Muñequeros Amorosas de Venezuela.



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