28 marzo, 2024

Exxon y Guyana urden trama para despojo del Esequibo

Exxon y Guyana urden trama para despojo del Esequibo


La República Cooperativa de Guyana teje un entramado geopolítico y mediático financiado por la Exxon Mobil con la finalidad de legitimar ante el mundo su intento por arrebatarle a Venezuela la Guayana Esequiba.

La revista Nueva Sociedad destaca que antes del actual gobierno, liderado por el  presidente de derecha Irfaan Alí, del Partido Progresista del Pueblo (PPP/C), Guyana tenía un largo historial de país tercermundista que tildaba a los gobiernos venezolanos, previos al Bolivariano, de agresivos, imperialistas y asociados a Estados Unidos.

Eso cambió. La sedienta voracidad de su actual clase gobernante por apropiarse de los hidrocarburos y demás recursos naturales venezolanos presentes en el Esequibo, echó para atrás su otrora posición tercermundista. Ahora sigue la batuta impuesta por la petrolera estadounidense, la misma que paga a trastienda la orquesta política dirigida por EEUU hacia el país vecino.

Anda urgida

El hallazgo, hasta la fecha, de más de 11.000 millones de barriles de petróleo liviano desató en el partido gobernante guyanés ansias desaforadas de riqueza, y en su embriagado desparpajo por tomar lo ajeno asumió que para apropiarse del Esequibo lo mejor es aliarse con su otrora enemigo, EEUU, contra su actual supuesto enemigo, Venezuela.

El pasado 03 de diciembre de 2017, la agencia EFE informó que la petrolera aportará 20 millones de dólares para sufragar los gastos judiciales de Guyana surgidos de la controversia con Venezuela por el bloque petrolero Stabroek, descubierto en 2015 a unos 190 kilómetros (120 millas) de la costa del país.

Pero como en asuntos petroleros, y periodísticos, no hay almuerzo gratis, la Exxon Mobil aplicó y aplica el arte de sus tratativas y a cambio de su favor se queda con 72,5 dólares por cada 100 obtenido en los negocios del crudo, dejando a Guyana con 27,5. 

El Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero lo denunció. Señala que informes muestran que el acuerdo es un mal negocio para Guyana. Al estilo de la Apertura Petrolera impulsada por PDVSA en los años 90, las compañías petroleras extranjeras reciben una división de ingresos injusta y Guyana tiene que pedir dinero prestado para pagar nuevos gastos. 

“Guyana no puede cerrar sus déficits presupuestarios”, denuncia. “Ha proporcionado importantes dádivas fiscales a las empresas petroleras, a las cuales les ha entregado un lucrativo acuerdo de desmantelamiento que les permite embolsarse 3200 millones de dólares”.

Para más detalles, explica que en comparación con una selección de países que tienen proyectos en aguas profundas, los proyectos de Guyana han tenido una participación gubernamental y un costo por equivalente de petróleo bajos.

“ExxonMobil se beneficia del trato porque sus costos son bajos”, reitera. “Y sus costos son bajos porque el gobierno de Guyana los absorbe. La clave del contrato es que los líderes de Guyana acordaron una participación gubernamental promedio baja. Es el precio que Guyana está pagando para atraer a grandes empresas como ExxonMobil y Hess”.

Tanto así, que el pasado 11 de febrero del presente año la agencia EFE informó que la petrolera estadounidense ya recuperó el dinero equivalente a la suma invertida en el primer proyecto petrolífero en alta mar en Guyana.

“El presidente de la compañía en Guyana, Alistair Routledge, declaró en la emisora estatal que el coste de desarrollo del proyecto Liza 1, la primera zona petrolífera del bloque Stabroek, se fijó en unos 3.700 millones de dólares”, dice.

No obstante, hacia lo interno del país existe otra cara del negocio. La clase gobernante reparte y se toma la mayor parte de esos 27,5 dólares que les deja la Exxon. , organismo especializado de las Naciones Unidas, apunta que “con una población de unos 745 000 habitantes, se calcula que el 55 % de sus ciudadanos viven en el extranjero. En el interior rural, el 73,5 % de la población estaba clasificada como pobre, mientras que en las regiones costeras la pobreza afectaba al 37 % de la población”, dice.

Lo paradójico es que el FIDA afirma que Venezuela es la mayor receptora de la inmigración guyanesa. “Desde la independencia, más de 11.000 ciudadanos al año se han ido estableciendo en los Estados Unidos. Igualmente, Canadá, el Reino Unido, Venezuela y otros países caribeños de habla inglesa han sido el destino de dichos emigrantes. Venezuela figura como uno de los países que ha recibido el mayor flujo de inmigrantes guyaneses”.

Pero regresemos. El interés de la clase gobernante en Guyana es enriquecerse con lo poco que le deja Exxon por el negocio de explotar el petróleo venezolano  del Esequibo, tarea que amerita legitimar ante el mundo el despojo hecho por el país cuna del respeto a la propiedad privada, Inglaterra, de la Guayana Esequiba venezolana. 

Para esta labor, a la clase gobernante y su partido hoy en el gobierno poco les importa echar al foso el sentimiento de la patria y soberanía que tanto dicen defender.

Es la ExxonMobil que decide cuál área, apenas 20%, del prolífico bloque Stabroek  debe devolver al gobierno, que tiene la intención de otorgar nuevas licencias para explotar petróleo en esta plataforma costera.

Con esta porción del bloque el partido gobernante anda en la búsqueda de simpatías geopolíticas que legitimen el despojo a Venezuela. Según confirmaron funcionarios a la agencia Argus, recién el Gobierno de Guyana concluyó acuerdos con los proveedores de datos tecnológicos PGS Exploration, del Reino Unido, y CGG, de Francia, para reprocesar información adicional sobre los bloques ofrecidos.

La ronda de licitaciones ha atraído el interés de grandes empresas internacionales de EE.UU., India, Europa y Sudamérica. Hasta ahora se han presentado más de 20 ofertas de «grandes empresas y otras compañías petroleras bien establecidas de muchos países, y el nivel de interés ha cumplido nuestras expectativas», dijo un funcionario.

Y Guyana no está mediáticamente sola. La ayuda de Exxon no se limita a lo judicial. La estrategia para legitimar el arrebato del Esequibo cuenta con varias agencias de información, apoyadas por los algoritmos de búsquedas de Google. Bloomberg y BNamérica recién lanzaron la idea de que Venezuela recibió en la Corte Internacional de Justicia una dura derrota que casi la despoja del Esequibo. Sobre esa línea también construyeron mensajes informativos El Mundo de España, la revista Semana de Colombia y El Pitazo en Venezuela.



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