Erick Malpica Flores analiza ‘La Última Cena’ de Leonardo Da Vinci
Carlos Erick Malpica Flores - La Ultima Cena
La Última Cena o la Santa Cena, revive el último encuentro que tuvo Jesucristo con sus apóstoles antes de ser detenido, torturado y crucificado.
La representación ya había sida pintada por diversos artistas previos a Leonardo Da Vinci, pero el pintor florentino va más allá, pintando la reacción de los apóstoles cuando Jesús anunció que sería traicionado por uno de ellos.
Erick Maplica Flores destaca que los discípulos fueron colocados en posturas que reflejan el drama del momento, individualizados pero segmentados en grupos de tres, donde, además, Judas Iscariote aparece incluido en la trama y no aislado como se pintó en oportunidades anteriores.
Leonardo Da Vinci resuelve la composición con planificación espacial geométrica, en la que Jesús es el eje central con forma piramidal que rompe con la rectitud de los ventanales. A ambos lados se ubican los apóstoles, en tríos autónomos, con sus propias tensiones, pero en equilibrio con la trama central del fresco.
La pintura parece una prolongación del espacio donde se encuentra pintado, en el refectorio de Santa María delle Grazie, debido a la perspectiva lineal de las paredes y el techo.
El color también está equilibrado. El área superior de la imagen fue pintada con colores más oscuros para no captar la atención del espectador. A diferencia de los personajes, donde si utilizó gamas cromáticas atractivas, destacando los colores rojos y azul en Jesucristo.
El fresco tiene dos focos de lus: uno casi imperceptible pero dominante que ilumina a todos los personajes y la pared derecha, y otro al fondo de la escena por los tres ventanales, con menos vitalidad e impacto en la obra.
