24 abril, 2024

Elorza, tierra sabrosa para cantar y bailar joropo

Elorza, tierra sabrosa para cantar y bailar joropo


La proyección que tienen las fiestas de Elorza a nivel nacional no se debe a cuestiones fortuitas o a campañas promocionales, dice Ramón “Moncho” Ojeda Crusate, cronista de este pueblo apureño, capital del municipio Rómulo Gallegos, asentado a la orilla del majestuoso río Arauca.

Es que estas fiestas son así y ese así, para Moncho, representa que Elorza es tierra del encanto, la tierra del pasaje, la tierra del corrío, tierra sabrosa para cantar y bailar joropo, tierra de Florentinos.

Allí, en el Cajón del Arauca, la llanura inspira y conmueve y atrapa con el conjuro de su magia y belleza. De ello es testigo un hombre excepcional que estuvo por esas tierras entre 1987 y 1988: Hugo Chávez  Frías.

Chávez fue presidente y animador de las fiestas de Elorza.

Hoy, 19 de marzo, Elorza celebra el día se su patrono San José. El santo saldrá en procesión en la tardecita por la plaza Bolívar, luciendo, si se mantiene la costumbre de pocos años atrás, su liquiliqui. Es la única imagen del santoral católico criollo que porta, para este momento especial, el traje nacional venezolano.

De su paso por Elorza, Chávez contó en cierta oportunidad que presentó en tarima a quien consideraba “El General en Jefe”, del canto llanero.

“Recuerdo que improvisé una copla, voy a ver si la recuerdo: Vibra el cajón del Arauca / y se encabrita su lomo / porque esta noche en Elorza / nos cantará Eneas Perdomo. Y aquella arpa bramaba, vibraba el Arauca”.

Eneas Perdomo compuso y grabó en 1962 su archifamosa Fiesta en Elorza, pieza musical que le ha dado la vuelta al mundo.

En 1991 fue declarada himno popular de esta población. El pueblo agradecido le dio el nombre de Eneas Perdomo a una de sus calles y le dedicaron una plaza con su busto.

Elorza fue decretada por la entonces alcaldesa del municipio Rómulo Gallegos, Benicia Altuna, el 19 de marzo de año de 1995, como “la Capital Folclórica de Venezuela”y  en el  2017 fue declarada por el Gobierno nacional como patrimonio de interés cultural. Los elorzanos también define a su terruño “como el pueblo más criollito del mapa”.

Crusate, compadre del Comandante Chávez, poeta y estudioso de las tradiciones llaneras, así como del alma de los hombres y mujeres de estas tierras, señala que Elorza es un crisol atractivo y abierto para escudriñar sobre los venezolanos.

Elorza, agrega, también genera el aprovisionamiento de nuestra música, es un festín de música, de canto, de tradiciones, de costumbres arraigadas por más de 100 años.

“Uno aquí en  Elorza siente que entra en un corredor de abundancia de todo lo originario, lo típico. En las fiestas se hacen acondicionar para mostrarse pero cuando se hurga más allá, se penetra un poco más adentro de la programación, se encuentra lo más hermoso que es la pureza del pueblo festivo, el pueblo alegre, el pueblo que tiene principios de cantor, de florentinos. Es un escenario de tradición”, expresa.

El cronista elorzano sustenta que las fiestas de Elorza tienen el peso y la dimensión cultural, y reúne las condiciones, cualidades y características, para ser declaradas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad.

Además señala que Elorza ha cumplido todos los pasos solicitados por la Unesco para la declaratoria.

“Ya tenemos la declaratoria municipal”, dice, “la del estado Apure, la declaratoria de Venezuela. En el 2017 se declaró a Elorza como patrimonio de interés cultural. Nos queda un solo paso a nivel internacional a través de la Unesco, por lo tanto, quería hacerle un llamado al presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, al Centro de la Diversidad Cultural con el profesor Benito Irady, al enlace de Venezuela con la Unesco, para que por favor se inicie la elaboración del expediente para la declaratoria de las fiestas de Elorza como Patrimonio Cultural ante la Unesco. Si los carnavales de El Callao fueron declarados como patrimonio, bueno, las fiestas de Elorza también lo merecen; para nosotros los llaneros es un acto de justicia”.

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El Viento y Elorza

Explica Moncho Ojeda que la declaratoria de Elorza como capital folclórica de Venezuela, permitió que todas sus calles principales lleven nombres de cantantes, de artistas criollos: avenida Reinaldo Armas, Francisco Montoya, Reina Lucero, Omar Moreno, Jesús Moreno, Cristóbal Jiménez, Eneas Perdomo.

Detalla que Elorza es un pueblo criollo, muy llanero, formado y distinguido por una comunidad colombo-venezolana que se arraigó allí desde hace muchos años. Esa estructura de llaneros colombo-venezolanos todavía se conserva.

Antiguamente Elorza era conocida como El Viento o Paso del Viento, dividido en dos por una raya fronteriza que pasaba por el medio de la plaza. Una mitad pertenecía a Colombia y la otra a Venezuela.

Se tienen noticias de que en 1774, una misión evangelizadora de capuchinos fundó el pueblo llamándolo San José de Arechuna. El diez de marzo de 1866 la Asamblea Soberana de Apure sustituye el nombre de El Viento, en su parte venezolana, por el de Andrés Elorza en  homenaje a Andrés Eloza, nativo de Yaracuy, y a los bravos campeones de la libertad e independencia. Esa conjunción territorial se prolongó hasta el 20 de marzo de 1924, cuando se logró ratificar por el arbitraje del Consejo Federal Suizo la sentencia definitiva.

Bajo la presidencia del general Eleazar López Contreras se reordenaron las fronteras entre ambos países, quedando todo el territorio municipal dentro de Venezuela. La reordenación fronteriza fue confirmada en el año 1938 por los presidentes de Venezuela, Eleazar López Contreras, y de Colombia, Alfonso López.

Moncho Ojeda ubica a Elorza rodeada de una especie de mesopotamia de ríos, en el corazón del Apure, cercano al Séptimo Paralelo. Allí entre El Viento colombiano y el Elorza venezolano, con vínculos de sangre, cultura y tradiciones compartidas, se fue fraguando lo que posteriormente sería el pueblo futuro.

En un principio, cada 19 de marzo, día del santo patrón, se realizaban bautizos, primeras comuniones, casamientos, que culminaban en festejos y celebraciones, apoyadas por los dueños de hatos.

Además se incorporaron las tradiciones, el coleo, juego de gallos, la música con arpa, cuatro y maracas, bailadores, carne asada. De allí que Moncho Ojeda estime que las fiestas de Elorza se vienen celebrando desde hace más de 100 años, aunque oficialmente se dice que comenzaron en 1951.

Cuenta Ojeda que la mayoría de los cantantes de música criolla vienen a Elorza a exponer su talento o pasar el examen. Llegan con el deseo de subir a la tarima y desde allí proyectarse. Comenta que ahí está la ribera del río Arauca pariendo Florentinos.

“Las riberas del río Arauca, donde están los quioscos, el arpa, sigue sonando, formando  Florentinos, que no se pierde la cuenta. La tierra de Florentino, la tierra real de esa leyenda del Diablo con Florentino. Allí está, aquí mismo, de hecho en la novela Cantaclaro, que es donde primero nombran esta parte dice, de por los lados de El Viento que es tierra de hombres bragaos, no hay ninguno que no llegue hablando de Juan Parao. Juan Parao era de aquí y Florentino también. Quieren dejar más a Juan Parao, será porque era ladrón, pero no es así, esta es la tierra de los Florentinos. No por cuestiones fortuitas que esas fiestas son así, es la tierra del encanto, la tierra del pasaje, la tierra del corrío, la tierra sabrosa para cantar joropo, es aquí en Elorza”, sostiene.

La huella de Chávez

En el años 1987, el capitán Hugo Chávez fue electo presidente de las Fiestas de Elorza, responsabilidad que asumió de nuevo, como mayor, en 1988. Relata Moncho Ojeda que esa directiva fue una de las últimas nombrada por elección popular, por representantes de varios sectores de la población elorzana.

“Chávez fue seleccionado e, incluso, me ganó a mi la primera opción. A mi me habían propuesto para esa presidencia en el año 87. Quedé en el segundo lugar, ocupando la vice presidencia de las Fiesta de Elorza cuando Chávez ganó por primera vez.

Chávez introdujo cambios en la dinámicas de las fiestas, por ejemplo, construyó la caseta Cantaclaro, al lado de la iglesia, para que los artistas contratados cantaran y generaran recursos extras para cubrir los gastos de organización que resultaban onerosos. La caseta permitía que por un lado los artistas le cantaran a la gente que pagaba, después salían y cantaban para el pueblo.

Uno de los primeros artistas contratados por Chávez fue un joven prometedor llamado Cristóbal Jiménez, para lo cual viajó a Mantecal con Moncho Ojeda, Enma Guerrero y Elvira Bracho.

También contrató a Reina Lucero y a Luis Lozada “El Cubiro”, pero Reina Lucero confirmó muy tarde, un día antes. Parecía casi imposible que pudiera estar presente en las fiestas.

“En eso el capitán Chávez se la ingenio”, dice Ojeda, “llegó el gobernador, lo atendió, lo dejó por allá en manos de un grupo de personas, Enma y Elvira, y él le dijo al capitán que por orden del gobernador lo llevara a San Juan de los Morros. Voló a San Juan de los Morros y regresó con Reina Lucero. Eso le costó un impasse con el gobernador. Y luego con El Cubiro pasó que se montó a las once de la noche y eran las cuatro de la mañana y todavía no había bajado de la tarima. Tuvo que Chávez ponerse serio, quitarle micrófono porque no dejaba actuar a los otros artistas. Lo sacó para la tarima. Ahí amaneció El Cubiro”.

Aprecia el cronista de Elorza que una cosa interesante de Chávez es que fue el único presidente de una junta de fiestas patronales que llegó a Presidente de la República. Tenía que ser el de las Fiestas de Elorza.

Entre las innovaciones impulsadas por Chávez figura la traída de los juegos deportivos. Además, por sugerencia de Moncho, trajo la llama de Mucuritas con el “Bachiller” Ortiz, quien todos los años celebraba la victoria en la batalla de Mucuritas, en el Samán. En la plaza Bolívar de Elorza organizaron el acto de apertura de los juegos. Allí llegaron los muchachos del Bachiller Ortiz con la antorcha. También llegaron representaciones de indios cuibas y yaruros. Chávez al pronunciar las palabras se sintió emocionado.

“Chávez la tomó como algo interesante. Eso fue hermoso. Chávez decía, mientras pronunciaba sus palabras, estoy llorando, compadre Moncho y yo también llorando. Llegaron los indios yaruros deportistas de Riecito, portando su llama y de aquí arriba, los cuibas, también. Iban a intercambiar flechas, canotaje. Fue extraordinaria, los pueblos indígenas encendiendo ese pebetero. Eso fue creatividad de Chávez”.

Chávez también dio inicio a las ferias de exposición artesanal, montadas en un parque que lleva el nombre de Marcelo Tapia.

“Otro aporte de Chávez es que le dio ese sabor llanero a las fiestas. No le gustaban bailes con orquestas. Contrató músico llaneros. Invitó a los poetas, novelistas, entre ellos José León Tapia que se encargó de hacer la convocatoria. Vino Igor Barreto, el poeta Luis Alberto Crespo, el poeta Acevedo. Le dio otro realce a las fiestas”, comenta.



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