10 diciembre, 2024
Derrotamos el fascismo - Últimas Noticias

La reforma de las leyes electorales del país es parte de una agenda que pone el acento en uno de los temas más polémicos de los últimos años, sobre todo cuando se hace una retrospectiva y se observan las consecuencias fatales que ha tenido en Venezuela la activación de grupos extremistas que convirtieron el campo político en un ambiente frontal de batalla.

Múltiples han sido los daños materiales, cuantiosas las pérdidas económicas y dramáticos los asesinatos de venezolanos, la mayoría de ellos de bajos estratos sociales.
Hay factores a los cuales el Estado venezolano les ha garantizado todos sus derechos políticos, pero estos han ejercido ese espacio democrático, para conspirar contra las instituciones y las leyes. Vale destacar que esa es una condición que no se permite en ninguno de los países del mundo que defienden el accionar de grupos violentos de extrema derecha.

Aunque ya es bastante grave conspirar contra las leyes, la situación empeora cuando esas componendas involucran el financiamiento extranjero de gobiernos y ONG, que invierten recursos para producir hechos de terrorismo que atentan contra la vida de inocentes.

Es en este contexto, donde se hace necesaria la adaptación de las leyes electorales para cerrarle el paso a grupos extremistas que, amparados en el financiamiento extranjero, en la caotización de la economía y el accionar de planes violentos, pretenden llegar al poder por la vía democrática, desconociendo todas las reglas del juego.

Aquí en Venezuela hay organizaciones políticas claramente vinculadas con bandas criminales, paramilitares, contratación de mercenarios, pero quieren presentarse en elecciones como si fueran mansos corderos.

Estos sectores de la extrema derecha funcionan como una especie de franquicia internacional que representa los intereses de EEUU y sus aliados en Venezuela.

Son los mismos factores que tienen una avasallante presencia en medios de comunicación privados, acaparan la atención de las agencias internacionales de noticias y ni hablar del favorecimiento que tienen en las redes sociales, Elon Musk mediante.

Las reglas del juego democrático son claras, jugamos en el marco del respeto a las leyes y a las instituciones o estaremos promoviendo que el país se consuma en el caos.

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