13 mayo, 2024
Bolívar rechaza la Doctrina Monroe

En 1823 George Canning, Primer ministro inglés, dirige una carta al embajador norteamericano en Londres, Richard Rush, para que la transmita al Secretario de estado norteamericano, proponiéndole lanzar un mensaje declarando un protectorado de los Estados Unidos sobre Latinoamérica, entonces llamada América española. El asunto tomó la forma de un “Proyecto de Confederación de los nuevos estados hispanoamericanos”, preparado en Lisboa. 

Se invitó a Bolívar y al gobierno de Buenos Aires a fin de concurrir a Washington a discutirlo, lo que quería decir a aceptar el protectorado. La respuesta que Bolívar da al proyecto de Confederación consta en carta dirigida a Bernardo Monteagudo , con fecha 5 de agosto de 1823, expone”

“Decir mi opinión sobre este proyecto es obra magna, como dicen. A primera vista y en los primeros tiempos, presenta ventajas; pero después, en el abismo de lo futuro y en la luz de las tinieblas, se dejan descubrir algunos espectros espantosos. Me explicaré un poco: tendremos en el día la paz y la independencia, y algunas garantías sociales y de política interna; estos bienes costarán una parte de la independencia nacional, algunos sacrificios pecuniarios, y algunas mortificaciones nacionales. Luego que la Inglaterra se ponga a la cabeza de esta liga seremos sus humildes servidores, porque, formado una vez el pacto con el fuerte, ya es eterna la obligación del débil. Todo bien considerado, tendremos tutores en la juventud, amos en la madurez y en la vejez seremos libertos; pero me parece demasiado que un hombre pueda ver tan lejos, y, por lo mismo, he de esperar que estas profecías sean como las otras…” apunta el siguiente principio:

Portugal no es más que el instrumento de la Inglaterra, la cual no suena en nada, para no hacer temblar con su nombre a los cofrades; convidan a los Estados Unidos por aparentar desprendimiento y animar a los convidados a que asistan al banquete; después que estemos reunidos será la fiesta de los Lapitas, y ahí entrará el León a comerse a los convidados” 

Con la carta de Canning en su poder, Monroe lee ante el Congreso estadounidense el documento que con el tiempo se llamará Doctrina Monroe. Su dato central es que los Estados Unidos no se mezclarían en los conflictos europeos y prohibían toda intromisión de Europa en los estados americanos.

¿Qué había movido a Canning? Los hechos hablan: Inglaterra mantuvo sus colonias en América: Belice, Mosquitia, Jamaica, las Malvinas y probablemente Uruguay, y particularmente importantes, Trinidad y Guayana británica, cuyo rol ess comparable al de una llave inglesa que impide la anexión canalera de Suramérica por Norteamérica o por lo menos dificulta su realización porque la América española no era militarmente cualquier cosa y difícilmente Bolívar permanecería de brazos cruzados ante tal intento.

Otros componentes de la Doctrina Monroe son a) que hay un «sistema americano», sistema que es de democracia electoral y federal, distinto del europeo, b) que únicamente Estados Unidos estaba destinado a completar la colonización de los territorios vírgenes de Norteamérica, lo cual era un avance sobre México tanto como una advertencia a Rusia. Frase clave de la Doctrina es que los países latinoamericanos tienen derecho a definir ellos solos su destino, pero la bonita declaración es hipócrita, con la Doctrina Monroe lo que hace la potencia norteamericana es eliminar la competencia europea en la naciente Latinoamérica independiente, evita la multipolaridad, única base de maniobra para poder decir sin mentir que «los países hispanoamericanos tienen derecho a definir ellos solos su destino



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