28 abril, 2024

Temer enfrenta su segunda denuncia por el juez Janot

EFE/Antonio Lacerda

Tres meses después de haber sido denunciado por corrupción y de lograr salvarse, el presidente brasileño Michel Temer enfrenta nuevas acusaciones que debería volver a superar, aunque a riesgo de seguir tensando un país que vive a golpe de escándalos.

El mandatario, que asumió el poder en 2016 tras el ‘impeachment’ a la izquierdista Dilma Rousseff, apareció tranquilo este viernes en un acto en Río de Janeiro, un día después de que el fiscal general formalizara una segunda denuncia en su contra por “organización criminal” y “obstrucción a la justicia”, reseñó AFP.

El fiscal general, Rodrigo Janot, que ya lo había acusado de “corrupción pasiva”, dio una última estocada antes de dejar su cargo el domingo y acusó a Temer de convertirse en el “líder de una organización criminal” que recibió sobornos para facilitar contratos en empresas públicas.

Ese esquema supuestamente orquestado por su partido, el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), tendría la participación activa de dos de sus ministros, el jefe de gobierno Eliseu Padilha y el secretario general de la Presidencia, Moreira Franco, así como de miembros del Partido de los Trabajadores (el partido de Rousseff y Lula da Silva) y el Partido Progresista (derecha).

Janot también denunció al presidente por obstrucción a la justicia. La defensa de Temer ya había acusado a Janot de “conducta persecutoria obsesiva” y la Presidencia dijo el jueves que todas sus acusaciones son “realismo mágico en estado puro”.