«Plan D, construyendo la esperanza» revela la fuerza transformadora de las comunidades
El documental «Plan D, construyendo la esperanza», dirigido por Jesús Reyes, se adentra en la esencia de las comunas caraqueñas y en el espíritu alegre de un pueblo que trabaja por el buen vivir en comunidad. Su mensaje, contundente y afirmativo sobre la Venezuela que resiste y crea, debió guardarse tras ser rechazado por varios festivales. Sin embargo, logró encontrar su espacio el 4 de diciembre, en la tercera edición del Festival de Cine Cumbe San Agustín, donde tuvo su estreno.
Reyes explicó que la producción de la película es independiente y tiene una duración de 60 minutos, organizada en tres secuencias de 20 minutos cada una, con principios y finales claramente definidos para facilitar su comprensión. En sus palabras: “El documental aborda el trabajo comunitario que se desarrolla en más de 100 comunas de la ciudad, incluyendo espacios que fueron transformados en distintos momentos bajo la gestión de la Alcaldía de Caracas”.
Explicó que el largometraje, rodado entre 2023 y enero de 2025, muestra el proceso de autogestión entre las comunas y los líderes de gobierno, reflejando transformaciones desde mejoras en infraestructura y recuperación de espacios, hasta intervenciones con un carácter artístico. “Hay un pueblo feliz y consciente que soluciona en las comunas”, afirmó.
“Lo esencial es ofrecer un retrato fiel del pueblo venezolano y reforzar la identidad a través del imaginario visual. Muchas veces ese imaginario se ve distorsionado por la inmediatez, pero aquí hay un trabajo profundo de dos años que da tiempo a las personas para expresar su palabra y sus acciones”, manifestó.
Agregó que actualmente “la inmediatez es un cáncer que no deja respirar. Este documental propone un discurso a profundidad, que penetra en la naturaleza de las comunas y en la voz del ser humano que necesita ser escuchado. Un mensaje que no puede revelarse en un minuto, sino que requiere tiempo y mirada atenta”.
Un dato relevante es que toda la película fue registrada con un teléfono semiprofesional; aun así, despliega una riqueza visual capaz de tocar la fibra solidaria del ser humano.

