Perros y gatos pueden parecer chismosos

Siempre se ha especulado si los perros y los gatos pueden llegar a ser chismosos, al menos esto sugieren algunas características propias de las mascotas como asomarse por la ventana, seguirnos a todos lados o quedarse cerca mientras sus cuidadores hablan por teléfono.
De acuerdo con Gary Landsberg, médico de la Clínica especializada en Comportamiento Veterinario, en Canadá, citado en portales web, lo que los humanos nos imaginamos que es el gusto por el chisme de algunas mascotas, tiene que ver con su interés natural por el entorno.
Los perros, por ejemplo, buscan estimulación visual, defienden su territorio, se aburren o intentan socializar con los demás. El observar por la ventana los ayuda a alerta ante cualquier cambio, debido a que su naturaleza los incita a proteger su grupo social, en este caso, su familia humana.
Según estudios, los perros pueden escuchar atentamente cuando los humanos hablan, así como procesar contenido relevante para ellos. Por su parte, los gatos tienen la habilidad de responder a los humanos de acuerdo con su intención comunicativa.
Un estudio de la Universidad Nanterre de París, realizado en 2022, demostró que los gatos domésticos son capaces de distinguir cuándo se les habla directamente y cuándo no, de acuerdo con el tono de voz que utilizan sus cuidadores.
Capacidad comunicativa
De acuerdo con los expertos, los perros y los gatos tienen la capacidad para responder de forma muy parecida a los bebés humanos a la hora de comprender el lenguaje, habilidad que se adquiere a través de la repetición.
En ese sentido, tanto perros como gatos pueden comprender palabras y asociarlas a comportamientos específicos. Sin embargo, aún no está muy claro si comprenden solo algunos términos u oraciones completas.
Esta cualidad de los animales está estrechamente relacionada con su habilidad para captar y utilizar información que extraen de su entorno para garantizar su propia supervivencia o adaptación, de allí su capacidad de respuesta. Es por ello que la mayoría de los perros y gatos suelen correr y esconderse con solo escuchar la frase: “Es hora del baño”.