Occidente destruye Ucrania – Últimas Noticias

En la época colonial algunos creían en el “mito civilizatorio” de Occidente. Se afirmaba que las potencias occidentales ocupaban nuevos territorios en el “nombre de Dios” y para cumplir una misión civilizatoria con las poblaciones aborígenes. En realidad, tenía lugar un despojo gigantesco de los recursos de esos territorios. No obstante, para llevar a cabo el saqueo tenían necesariamente que construir infraestructuras, vías de comunicación, puertos, asentamientos y algunas ciudades, que después eran mostradas como “logros” de la colonización.Pero los tiempos han cambiado radicalmente y hoy donde pone sus garras Occidente lo que deja tras de sí es total destrucción y muerte.
Basta mirar la misión de la Otan en la llamada “primavera árabe”, antes ya habían arrasado con Irak, después fue el turno de Libia y nunca han dejado tranquila a Siria, etc. Incluso en la propia Europa, en particular en Europa Oriental, ya conocemos los resultados de esa “misión”: la destrucción de Yugoslavia y la desindustrialización de los otrora países socialistas. Quien quiera verlo con sus propios ojos, puede viajar, por ejemplo, a un país como Bulgaria para que contemple ese nuevo fenómeno de “cementerios de fábricas”, a un país con una catástrofe demográfica y pueblos agrícolas abandonados.
Ucrania no iba a ser la excepción. Después de obligar a ese país a convertirse en una “anti-Rusia” y usarlo en una guerra contra sus hermanos rusos, ¿cuál es hoy el resultado? De aquel “futuro europeo” prometido ¿qué es lo que queda?: más de un millón de muertos, alrededor de 6,8 millones de personas han migrado desde 2022, unos 300.000 profesionales abandonaron el país. Se ha perdido una generación entera.
La tasa de mortalidad es aproximadamente tres veces mayor que la tasa de natalidad. El sistema financiero de Ucrania está a un paso del abismo, la deuda pública equivale a 95% del PIB. Los gastos de Kiev ascendieron a 86 mil millones de dólares y los ingresos a sólo 49 mil millones. El déficit es de 37 mil millones. Inflación hasta de 50% en productos alimenticios. Pero toda esa desgracia le parece poco a Occidente que sigue enviando armas para que continúe el baño de sangre. El “sueño europeo” se ha convertido en una pesadilla.