No quería preocupar a nadie

Don Omar reflexionó en torno a la dura batalla que libró contra el cáncer. Según contó a People en una entrevista el reguetonero puertorriqueño atribuyó a Dios que no haya muerto, a quien se declaró fiel devoto.
Confiado en su recuperación, el cantante de 46 años, agradeció porque los malos momentos quedaron atrás, y ahora en su nuevo despertar habló de cura, redención, renacimiento y religión.
“Comencé a tener hemorragia interna que se estaba reflejando en mi orina. Estuve alrededor de dos o tres semanas súper asustado. Me comencé a auto-medicar”, soltó al citado medio farandulero.
“Venía de hacer mucha actividad física, tengo un show de dos horas en tarima y supone esfuerzo; se suda muchísimo. Pensaba que estaba deshidratado, lamentablemente no era así”, recordó William Omar Landrón Rivera, nombre de pila del artista.
Cabe recordar que el pasado 17 de junio, el intérprete de éxitos como “Danza kuduro” y “Dale con dale”, reveló al mundo su situación de salud sin ofrecer detalles del tipo de cáncer que padecía.
Contenido
“Un día sumamente difícil”
Para entender lo que le ocurría Don Omar se enfrentó a un diagnóstico que no esperaba: el de cáncer del riñón.
“Venía de celebrar la vida, de celebrar el triunfo, de celebrar los éxitos, de celebrar la música, y de pronto me dijeron: ‘Quizás te estás muriendo’ y no lo sabía. Ese fue un día sumamente difícil. La temperatura estaba como a 105 grados y tuve que hacer un show a las 12 del mediodía. Ese día mi cuerpo experimentó un shutdown”, agregó.
El 2 de mayo marcó su punto de no retorno después de un concierto en el Hard Rock Stadium en el que no pudo más. Hasta ese momento le había ocultado los síntomas a su doctor y a su familia.
Tras recibir el diagnóstico confesó que tardó algunos días en comunicarlo a su familia. “No quería preocupar a nadie. Tenía miedo de decir lo que me estaba pasando porque ya había escuchado que cuando esto sucede no queda mucho tiempo para las personas. Ya no me llamaba Don Omar, ya no me llamaba William”, dijo el músico.
Una nueva oportunidad
Según People, el “Rey del reguetón” agradeció la oportunidad que le dio Dios de poder estar vivo. Explicó que su “tumor medía dos milímetros, en el punto de cáncer etapa uno, casi convirtiéndose en cáncer etapa dos”.
Don Omar aprovechó también para agradecer a sus colegas Daddy Yankee, Wisin, Yandel, Tego Calderón, David Bisbal, entre otros, que se comunicaron con él tras recibir la noticia.
“Mis compañeros se desbordaron en atenciones, se preocuparon, se ocuparon, llamaron, me escribieron, todos. Las palabras de aliento del copresentador de ‘El gordo y la flaca’ Raúl de Molina, quien también es sobreviviente de cáncer de riñón, fueron un bálsamo: “Él lo que me dijo fue ‘Quédate tranquilo, ya todo pasó. Ya lo que queda es que te recuperes y seguir hacia adelante’”, expresó.
“Tuve que extirparme mi riñón izquierdo completo, ya no lo tengo y estoy solamente funcionando con el riñón derecho. Los seres humanos podemos tener una vida plena con un solo riñón. La decisión de remover el riñón la tomamos porque un tumor pequeño se iba a hacer grande… Lo que hubiese sucedido — si nada de esto pasaba— es que en un año mi tumor iba a crecer al tamaño de tres milímetros y después de tres milímetros es cáncer etapa tres y no hay vuelta atrás, no hay cura”, explicó.
El renacer
Para el artista su comunión con el público en sus conciertos tendrá otro significado después de este renacer.
“Siempre he tomado el tiempo en mis shows para dejarle saber a la gente lo bueno que ha sido Dios conmigo, lo bonito que han sido todos ellos conmigo. En esta oportunidad tengo algo distinto que contar: tengo una historia de un milagro que viví, que vi como todas las piezas se movieron, se acomodaron”, dijo. “Todo esto pasó tan rápido porque Dios así lo quiso, porque mis doctores fueron las herramientas que Dios utilizó”, sostuvo.
Sobre su regreso a los escenarios, Don Omar reconoció que forma parte de sus necesidades de vida. “Yo necesito ser Don Omar, yo vivo trabajando con mi música, con mis shows, con todo lo que hago. Es lo único que realmente, además del apoyo de mi esposa y de mis doctores, me hizo tomar las decisiones que tomé: regresar, regresar a hacer mi trabajo, a hacer mi música, regresar a reírme todos los días. Regresar a trabajar es ahora distinto”.