Nada pasó… ni pasará

El ataque más anunciado en la historia del mundo termina en decepción. La armada estadounidense no apareció y más bien Trump es quien a la defensiva ve cómo su secretario de Defensa puede terminar preso y la directora de Seguridad Interna también.
Lo único que apareció pero no en los cielos ilegalmente mandados a cerrar ni en nuestros mares, sino en las redes, fueron miles de pequeños anuncios disfrazados de “periodismo” donde carajetes y viejas irresponsables anunciaron con ayuda de fotos y videos de la inteligencia artificial las supuestas secuelas del ataque a Venezuela por parte de las tropas yanquis lideradas por el dueto Donald Trump-Marco Rubio.
Las publicaciones mostraban embarcaciones averiadas que estarían encallando en playas venezolanas después de un encuentro con aviones de USA. Otra de estas genialidades producto de ociosos sin mollera mostraba un presunto destructor venezolano intentando vanamente empujar un inmenso crucero “de diez pisos” hacia puerto.
El ignorante que produjo este “reel” olvidó que esos cruceros nunca tocaron nuestros puertos. Otra de estas aspirantes a un Oscar presentó en su “reel” un barquito criollo intentando desviar de su ruta un gigantesco rompehielos que según la doña “iba a observar el polo norte” SIC…
Esta dama, salida de Venezuela más de una década antes de la llegada al poder del comandante Chávez, armada con la chequera de un esposo embarrado en la corrupción anterior, ociosa en varios idiomas, al enviudar le dio por montar un laboratorio de guerra sucia y bien estúpida contra el país donde ella nació.
Para esta gente que escribe de “libertad” y “democracia” sin tomarse la molestia de aprender de qué se trata es obvio que solo admiran la fuerza y no el derecho o la razón. Son fascistas y no lo saben.
Y en Trump ven el ídolo al que seguir, no les importa que Donald solo vea en la política su beneficio pecuniario. Y la invasión a su patria la gran oportunidad para servir de lejos a tropas invasoras, pensando que sacado del poder el presidente Maduro sin mucho trabajar volverán las monedas de plata, los europeos a trabajar de jardineros, etc.
Pobres, entre la inflación que en USA está pegando duro, la decepción de esta invasión sin causa ni permiso y la frialdad con que el mundo recibe el Nobel de María Corina Machado van a pasar un mal final de año. ¡Menos mal que esos no vuelven!
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