Moral y luces, nuestras primeras necesidades
Con estas palabras, el Padre Libertador Simón Bolívar materializó su histórico discurso en la antigua Angostura, mediante el cual dejó sentadas cátedras revolucionarias que permitieron la consolidación de la gesta emancipadora, que había sido formalmente iniciada el 19 de abril de 1810, cuando los patriotas venezolanos dieron inicio a lo que habría de ser la lucha por la soberanía, con la destitución del entonces capitán general, Vicente de Emparan y Orbe, cuando se oyeron aquellos retumbares de los caraqueños en la hoy Plaza Bolívar: “No, no, no lo queremos” y casi en silencio recibieron como respuesta: “Entonces, yo tampoco quiero mando”.
En efecto, esas palabras fueron las que sustentaron la gesta contra el colonialismo español que, el 7 de agosto de 1819, llevaron a Bolívar a obtener la gran victoria en la Batalla de Boyacá (el jefe realista fue José María Barreiro), con la cual llevó la independencia a la Nueva Granada, y siguieron las del Campo de Carabobo (el jefe realista fue Miguel de La Torre), Pichincha (el jefe realista Melchor Aymerich), Junín (jefe realista José de Canterac) y Ayacucho (jefe realista José de La Serna e Inojosa). Con esta última victoria, que fue lograda por el posteriormente Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, Bolívar consolidó la independencia del continente suramericano.
Las palabras “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”, se constituyeron en una gran reflexión de carácter filosófico y revolucionario, pues, de las mismas, siguieron las victorias liberadoras y, en la actualidad, nuestra Venezuela está transitando por ellas mediante un proceso revolucionario que inició Hugo Rafael Chávez y continúa el líder obrero, Nicolás Maduro, quien descansa su mando no solamente en la Fanb, las milicias y los cuerpos policiales, sino en la gran mayoría del pueblo, destacando la juventud, la cual ha dado muestras de crecimiento y actualmente está siendo receptora de falsas informaciones en la guerra comunicacional de la cual estamos siendo objeto por vía de los distintos medios informativos existentes al efecto, las cuales buscan atemorizar y en consecuencia paralizar su raciocinio y acción. Todo lo cual exige responder con dedicación inminente y fundamental a las luces por vía del ejemplo y las luces de las cuales hablamos en la República Bolivariana.
Concretamente, se refieren a los valores éticos y principios que deben guiar el comportamiento de las y los ciudadanos y las instituciones, tal como los matizó nuestro Padre Libertador.
