18 octubre, 2025
Mioquimia orbicular, un temblor de cuidado

Conocida también como blefarospasmo, la mioquimia ocular es un trastorno neuromuscular que afecta a los músculos del ojo y que se manifiesta de manera involuntaria. Especialistas lo definen como una contracción o espasmo del músculo orbicularis oculi, que es el aquel que rodea el ojo y se encarga de cerrar la lámpara.

Este movimiento puede ser ligero e incluso durar pocos segundos, muchas veces ni siquiera se percibe y otras se manifiesta con contracciones leves y temporales en el área del ojo, tics o movimientos, cierre parcial o total del mismo, o sensación de tensión o dolor.

La doctora especialista en oftalmología, Esther Contreras, asegura que esta patología está ligada al estrés, la falta de sueño, la sobrecarga visual, el trastorno de ansiedad y algunos problemas neuromusculares.

“Lo más común en estos casos son las personas sometidas a un estrés muy alto y con el cortisol elevado. Sin embargo, es un trastorno benigno y no requiere tratamiento médico específico”, explica.

La especialista detalla que, en algunos casos, si las contracciones son intensas o persisten durante mucho tiempo, es recomendable consultar con un médico para descartar otros problemas más graves.
Afirma que los síntomas más comunes se dan cuando a menudo se sienten espasmos musculares del párpado. Por lo general, el párpado inferior se ve afectado, pero el superior también puede contraerse. También pasa que cuando ocurren espasmos que se extienden desde el párpado, estos comienzan a afectar los músculos de la parte inferior de la cara.

“Otro de los síntomas puede ser la sensibilidad a la luz, con objetos que parecen saltar o temblar cuando se miran”, asevera.

Contreras afirma que la ingesta excesiva de cafeína y nicotina puede causar tensión muscular en el ojo y contribuir a la mioquimia ocular.

“Cuando evaluamos al paciente, notamos que en la mayoría de los casos los hábitos diarios influyen, es decir, mucha ingesta de cafeína e incluso un consumo excesivo de sal elevan los niveles de tensión ocular”, detalla la doctora.

Contenido

Recomendaciones

Para controlar la mioquimia, la terapia física es fundamental, por lo que los masajes pueden ser de gran ayuda. También están las técnicas de relajación, como la respiración profunda. La meditación o el yoga de igual modo pueden ayudar a reducir la tensión.
Asimismo, se debe aplicar una compresa caliente o fría en el área del ojo para relajar los músculos y reducir la tensión.

De igual modo, se recomienda hacer movimientos de ojos de derecha a izquierda o hacia arriba y abajo para relajar los músculos del ojo.

En casos graves, el tratamiento con botulinum toxin (botox), aplicado por profesionales certificados, puede ser efectivo para reducir las contracciones musculares y aliviar los síntomas; sin embargo, no es lo más recomendado por los médicos.

Los galenos podrían recetar medicamentos que contribuyan con la erradicación del problema. Esta opción es viable, siempre y cuando sean prescritas medicinas como los beta-blockers o los anticonvulsivos, los cuales son útiles para ayudar a controlar las contracciones musculares involuntarias de los ojos.

La prevención es clave

Una de las principales recomendaciones para evitar el temblor incómodo en los ojos es mantenerlos siempre hidratados. Además, es fundamental no usar por tiempos prolongados pantallas o dispositivos electrónicos. Esto es de suma importancia, debido a que la exposición continua a pantallas puede causar fatiga en los músculos oculares y ocasionar espasmos en los párpados.

La luz azul de los dispositivos electrónicos, así como mantener una postura incómoda cuando se utiliza la computadora o el celular, también son perjudiciales para la vista y contribuyen con la fatiga ocular.

Como sucede con muchas patologías, una inadecuada nutrición origina problemas oculares, por lo que llevar una correcta alimentación es imprescindible. Mantener una dieta equilibrada con alimentos de distintos grupos, pero en especial rica en frutas, verduras y nutrientes, ayuda a mantener la salud de los ojos y reduce el riesgo de desarrollar esta patología.

Este último punto incluye una hidratación del cuerpo (en especial con agua y evitando bebidas perjudiciales como los refrescos) para no deshidratarse y prevenir la resequedad de la vista.

Higiene ocular

El cuidado de los ojos es fundamental, más allá de evitar las enfermedades como la mioquimia, también es necesario para prevenir patologías de otro tipo, como conjuntivitis, ojo seco, orzuelo, queratitis, uveítis o celulitis orbitaria.

La higiene diaria se puede realizar humedeciendo un algodón con agua tibia y pasarlo por la zona del lagrimal y los párpados. De esta manera, el ojo estará protegido. Los especialistas también recomiendan evitar tocar los ojos, ya que esto puede irritar los músculos oculares. De ser necesario tocarlos, debe hacerse con cuidado y con las manos previamente limpias.

El uso de lentes oscuros o de visión también pueden generar afecciones en la vista. Hay que asegurarse de que las gafas estén ajustadas correctamente para evitar problemas de visión. Otro de los puntos a tener en cuenta es tomar pausas para descansar la vista al utilizar pantallas.

Ver fuente