Miedo al poder chino – Últimas Noticias

Con un gran desfile militar, la República Popular China conmemoró el 80 aniversario de la Gran Victoria del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa. Se trató de la demostración de un renovado poderío bélico que, por supuesto, causó asombro y crispación, en igual medida, en naciones y gobiernos occidentales que ven en el gigante asiático un contrapeso a la tambaleante hegemonía estadounidense.
En un evento de 90 minutos, celebrado en la Plaza de Tiananmen de Beijing, además de 10.000 soldados y oficiales marchando en perfecta sincronía, China mostró docenas de vehículos con misiles nucleares de largo alcance y centenares de aviones de combate de última generación, así como complejas armas láser y drones submarinos gigantes.
La parada fue seguida por millones de espectadores de todo el mundo a través de una transmisión televisiva en alta definición y, como era de esperarse, en redes sociales y canales digitales de medios nacionales e internacionales.
El planeta fue testigo de la capacidad de ataque y defensa de China, repetimos, algo que consternó a Occidente. La evidencia de esta reacción se aprecia en cómo agencias y empresas informativas reseñaron el evento, el cual calificaron de manera directa e indirecta, usando “entrevistas” a especialistas o permitiendo que sus corresponsales valoraran la acción.
Por ejemplo, Deutsche Welle (DW) describió el evento como una “clara señal” de China de “dictar reglas” en un “futuro orden mundial”, en palabras de Eberhard Sandschneider, profesor de la Universidad Libre de Berlín.
El enviado de CNN en Español, José Levy, afirmó que Xi Jinping y China no dudan “en desafiar el orden mundial representado por Occidente y encabezado por Estados Unidos”. Incluso, parafraseó al mandatario chino y expresó que “la humanidad debe decidir ahora entre la paz y la guerra, el diálogo y la confrontación”.
Algo ilustrativo de esa “angustia occidental” fue lo que hizo El Mundo de España, medio que en su resumen digital colocó en boca de Xin Jinping la palabra “matones” cuando en realidad el presidente chino habló de “agresores”, en su breve discurso de 10 minutos.
Vemos, entonces, un miedo evidente al poderío militar chino, irónicamente por parte de quienes hoy siembran el terror con amenazas de guerra en Nuestra América, y quienes acometen acciones genocidas en la sufrida y asediada Palestina.