«Mi corazón me decía que sí, mi cabeza que no». El actor que prefirió morir a no acabar la película de sus sueños

Hay actores muy entregados a su profesión, algo que a veces se traduce en repercusiones para su salud. Sin embargo, pocos casos comparables hay al de Massimo Troisi, quien prefirió morir a dejar sin acabar la película de sus sueños: ‘El cartero (y Pablo Neruda)’.
Troisi se había enamorado de una novela de Antonio Skármeta y decidió llevarla al cine. Para ello preparó un primer tratamiento del guion y se lo presentó a Michael Radford (‘1984’) con la idea de que dirigiera la película, pero el cineasta la rechazó. Sin embargo, aceptó trabajar en el desarrollo del libreto y acabó cambiando de idea, siempre con la idea de que el propio Troisi la codirigiera.
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Los problemas de salud de Troisi
El problema fue que la salud de Troisi era muy delicada, consecuencia directa de la fiebre reumática que padeció de niño. Desde entonces, su corazón era débil y estaba pasando por un momento particularmente delicado cuando la película logró salir delante con un presupuesto de 3 millones de dólares. Era ahora o seguramente nunca.
Eso sí, Troisi tuvo que descartar rápidamente la idea de codirigir la película, pues bastante hacía con poder grabar sus escenas durante una hora al día. Tan consciente era de sus limitaciones que llegó a grabar todas sus frases al principio del rodaje por si acababa siendo necesario durante el proceso de postproducción. Por desgracia, sí que lo fue.
Antes de que empezara el rodaje, los médicos le dijeron que el trasplante era ya imprescindible, pues su corazón tenía un tamaño comparable a un balón de fútbol. Sin embargo, Troisi se sometió a una operación temporal para poder grabar ‘El cartero (y Pablo Neruda)’. Parecía estar recuperado, pero los problemas llegaron al tercer día de rodaje, pues se desplomó grabando una escena.
«¿Estaba firmando su sentencia de muerte?»
En condiciones normales, eso habría sido el punto y final para la película, pero Radford recuerda en The Guardian el momento que lo cambió todo:
Se fue a casa de su hermana, y parecía que la película había terminado. Tres días después me llamó. «¿Cómo estaba?», me preguntó. Sabía que quería que yo decidiera si debía arriesgar su vida. Mi corazón me decía que sí, mi cabeza que no. ¿Estaba firmando su sentencia de muerte? No lo sabía. Pero sabía que había estado sensacional. Así que se lo dije. «Vale», dijo. «Sigo adelante»


Troisi logró acabar el rodaje como buenamente pudo -una ambulancia la esperaba el último día- y además estaba previsto que se sometiera al necesario trasplante de corazón al día siguiente de finalizar las grabaciones. Fue demasiado tarde, pues murió pocas horas después de acabar la película. Eso sí, antes de su fallecimiento tuvo tiempo de decir lo siguiente a Radford:
«Sabes, la verdad es que no quiero este nuevo corazón. ¿Sabes por qué? Porque el corazón es el centro de las emociones, y un actor es un hombre de emociones. ¿Quién sabe qué clase de actor seré con el corazón de otra persona latiendo dentro de mí?»
Por desgracia, nunca lo sabremos. Eso sí, la inolvidable interpretación de Troisi en ‘El cartero (y Pablo Neruda)’ le valió infinidad de aplausos e incluso una nominación al Óscar de mejor actor. No hubo galardón póstumo, pues la estatuilla fue a manos de Nicolas Cage por ‘Leaving Las Vegas’.
‘El cartero (y Pablo Neruda)’ está disponible en streaming. La podéis ver tanto en Filmin como en Run:Time.
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