14 septiembre, 2025

Lula le dice a Trump que la democracia y soberanía no están en juego

Brasil afirma que no se dejará intimidar por amenazas de EEUU

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, publicó este domingo 14 de septiembre una carta donde llama a iniciar “un diálogo abierto y franco” a su homólogo estadounidense, Donald Trump, aunque dejó clara su firme defensa de la soberanía nacional ante las medidas arancelarias impuestas contra la economía brasileña y las presiones sobre el sistema judicial a raíz de la condena contra el expresidente Jair Bolsonaro, refiere portal de Telesur.

En un ensayo publicado en The New York Times, Lula respondió a la imposición de aranceles del 50% sobre productos brasileños y aseguró haber “estudiado detenidamente los argumentos esgrimidos por la Administración Trump”, pero destacó que “recurrir a medidas unilaterales contra Estados individuales es prescribir el remedio equivocado”.

El mandatario fue enfático al denunciar el trasfondo político de las medidas: “El Gobierno de Estados Unidos está utilizando aranceles y la Ley Magnitsky para buscar la impunidad del expresidente Jair Bolsonaro, quien orquestó un fallido intento de golpe de Estado el 8 de enero de 2023″.

Sobre la reciente condena de Bolsonaro a 27 años de prisión por intentona golpista, Lula defendió la independencia judicial: “La sentencia fue el resultado de procedimientos llevados a cabo en conformidad con la Constitución brasileña de 1988”. Además, reveló que la investigación “destapó planes para asesinarme a mí, al vicepresidente y a un magistrado del Tribunal Supremo”.

La respuesta del jefe de Estado brasileño se da tras crecientes presiones y amenazas de Estados Unidos sobre la justicia brasileña. Luego del fallo judicial del pasado 11 de septiembre contra el expresidente, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, calificó como “injusta” la sentencia dictada por el Tribunal Supremo Federal (STF) y acusó directamente al juez Alexandre de Moraes de llevar a cabo una “cacería de brujas”, a la que “Estados Unidos responderá en consecuencia”.

Ya en julio pasado, el Departamento de Estado de Estados Unidos había ordenado la revocación de visas para el presidente del STF y “sus aliados en la corte, así como para sus familiares directos”, además de bloquear sus cuentas en territorio estadounidense.

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Hijo de Bolsonaro pide usar «medios militares»

A esto se le suman declaraciones recientes de Eduaro Bolsonaro, hijo del expresidente, en las que pide una intervención militar en territorio brasileño, alegando que las sanciones no funcionan: “Estados Unidos podría enviar cazas F-35 y buques de guerra a Brasil”, señaló el dirigente ultraderechista.

Sus palabras se dan en respuesta a la condena judicial de su padre por liderar una conspiración golpista y en consonancia con un mensaje de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien afirmó que Trump “no teme usar medios militares para proteger la libertad de expresión”.

El hijo de Jair Bolsonaro se apartó en marzo de su cargo como diputado federal y se mudó a Estados Unidos, donde está en contacto con autoridades de la Casa Blanca y legisladores del Partido Republicano para promover sanciones contra las autoridades brasileñas.

Lula sigue abierto a negociar

En el ámbito comercial, Lula da Silva desmontó las acusaciones de Trump sobre una relación comercial injusta: “Casi el 75 % de las exportaciones estadounidenses a Brasil entran libres de aranceles”, mientras que “el arancel efectivo medio sobre los productos estadounidenses es de tan solo el 2,7 %”. Frente a esto, reivindicó que “el multilateralismo ofrece soluciones más justas y equilibradas”.

Respondiendo a las acusaciones de censura a empresas tecnológicas estadounidenses, el presidente aclaró que en Brasil “todas las plataformas digitales, nacionales o extranjeras, están sujetas a las mismas leyes”. Y sentenció: “Es deshonesto llamar censura a la regulación, especialmente cuando lo que está en juego es la protección de nuestras familias”.

El mandatario también destacó los avances ambientales de su gestión: “Hemos reducido a la mitad la tasa de deforestación” en la Amazonía, aunque advirtió que sin contribución global, la región “seguirá en peligro”.

Lula cerró con un mensaje claro: más allá de las diferencias ideológicas, desde Brasilia “siguen abiertos a negociar cualquier cosa que pueda traer beneficios mutuos”. Pero dejó una advertencia firme: “La democracia y la soberanía de Brasil no son negociables”.



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