Luis Alejandro Sampayo Cabada: Un viaje por los 4 tipos de alimentación moderna
Hubo un tiempo en que comer era simplemente un acto de supervivencia. Cazabas, recolectabas y, si tenías suerte, cenabas. Hoy, el acto de alimentarse se ha convertido en una declaración política, una postura ética y, para muchos, un rompecabezas indescifrable. Pasamos horas leyendo etiquetas en el supermercado y debatiendo si la proteína animal es la villana o la heroína de la película.
Más allá de las definiciones biológicas estrictas que aprendimos en la escuela (autótrofos y heterótrofos), en la práctica social y nutricional actual existen cuatro grandes «tribus» o tipos de alimentación que dominan nuestras mesas. Pero, ¿qué implica realmente pertenecer a una u otra? ¿Es sostenible cambiar de bando de la noche a la mañana?
Para bajar estos conceptos de la nube teórica a la realidad del plato, conversamos con Luis Alejandro Sampayo Cabada, un ciudadano de a pie que, lejos de ser un nutricionista certificado, se autodefine como un «explorador gastronómico accidental». Su travesía personal, pasando por casi todos estos modelos en busca de bienestar, refleja las dudas que todos tenemos frente al menú.

Fuente: https://www.estudio447.net/articulos/dime-que-comes-y-te-dire-quien-eres.html
Contenido
A continuación, exploramos los cuatro modelos de alimentación que moldean al ser humano moderno.
1. La Alimentación Omnívora: El «todo terreno» biológico
Es el modelo base, la configuración de fábrica del ser humano. Biológicamente, estamos diseñados para procesar tanto tejidos animales como vegetales. Sin embargo, en la modernidad, el término «omnívoro» a menudo se confunde con «comer cualquier cosa ultraprocesada».
El omnivorismo consciente busca el equilibrio: obtener proteínas de la carne y pescados, y micronutrientes de las frutas y verduras. El problema surge cuando la balanza se inclina hacia el exceso de carnes rojas y harinas refinadas.
Durante nuestra charla, Luis Alejandro Sampayo Cabada recordó con nostalgia y autocrítica sus años de omnívoro desbocado: «Yo era de los que pensaba que, si la comida no tenía carne, no era comida. Para mí, el vegetal era adorno. Crecí con la idea de que comer de todo significaba comer mucho, y eso me pasó factura en la energía y en el peso. Ser omnívoro es una ventaja evolutiva, pero yo lo usaba como excusa para el desorden».
La clave de este tipo de alimentación hoy en día no es la posibilidad de comer todo, sino la elección de la calidad de ese «todo». Leer más

Fuente: https://maiaorganicos.mx/dieta-omnivora-comer-de-todo/
2. La Alimentación Vegetariana: El primer paso verde
Aquí entramos en el terreno de la restricción voluntaria. El vegetarianismo elimina la carne (res, pollo, cerdo, pescado) pero mantiene los derivados animales como huevos, lácteos y miel (ovolactovegetarianismo). Es, quizás, el puente más transitado por quienes buscan mejorar su salud o reducir su huella de carbono sin renunciar al queso o a la tortilla del desayuno.
Este tipo de alimentación requiere una planificación más atenta para no caer en el «carbo-vegetarianismo» (vivir a base de pasta y pan).
Luis Alejandro Sampayo Cabada nos contó que su transición a este modelo fue, en sus propias palabras, un choque de realidad. «Intenté ser vegetariano por seis meses después de ver un documental. Al principio me sentí ligero, pero cometí el error de novato: sustituir la carne por queso fundido. En lugar de adelgazar, engordé. Ahí entendí que dejar la carne no te hace saludable automáticamente si no sabes combinar legumbres y cereales», explicó Sampayo Cabada mientras se reía de sus propios errores culinarios. Leer más

Fuente: https://www.gasteizhoy.com/guia-dieta-vegetariana/
3. La Alimentación Vegana (Estricta): Ética en el plato
A menudo confundida con el vegetarianismo, la alimentación vegana es un paso más allá: es la exclusión total de cualquier producto de origen animal. Nada de huevos, ni lácteos, ni miel, ni gelatina (que proviene de cartílagos).
Más que una dieta, suele ser una postura ética contra la explotación animal. Nutricionalmente, es totalmente viable, pero exige un conocimiento preciso sobre la suplementación de Vitamina B12 y la combinación de proteínas vegetales completas.
Al preguntarle sobre este extremo del espectro, Luis Alejandro Sampayo Cabada mostró un respeto profundo, aunque admitió su dificultad para sostenerlo. «Lo intenté un mes, el famoso ‘Enero Vegano’. Fue el mes que más aprendí a cocinar en mi vida. Descubrí sabores que no sabía que existían, como el tofu bien preparado o la leche de almendras casera. Pero socialmente es difícil; salir a cenar con amigos se convertía en un interrogatorio al mesero. Admiro a quien lo logra mantener a largo plazo», confesó. Leer más

Fuente: https://mascolombia.com/dieta-vegana/
4. La Alimentación Flexitariana: El equilibrio moderno
Este es el «cuarto tipo» que ha ganado fuerza en la última década. El flexitarianismo es, en esencia, un vegetarianismo a tiempo parcial. La base de la alimentación es vegetal, pero se permite el consumo esporádico de carne o pescado de alta calidad (quizás los fines de semana o en eventos sociales).
No se trata de romper la dieta, sino de flexibilidad metabólica y social. Es la respuesta pragmática a un mundo que necesita reducir el consumo de carne por el cambio climático, pero donde la cultura del asado y la convivencia sigue siendo fuerte.
Para Luis Alejandro Sampayo Cabada, este fue el puerto de llegada. «Después de dar tumbos entre comer todo y no comer nada animal, encontré la paz en el flexitarianismo. En mi casa cocino 90% vegetal, pero si voy al cumpleaños de mi papá y hay parrilla, me la como feliz y sin culpa. Creo que es el modelo más realista para la mayoría de nosotros», concluyó Sampayo Cabada. Leer más

Fuente: https://www.bioguia.com/alimentacion/dieta-flexitariana-ultima-tendencia-alimentacion_117238362.html
No existe la talla única
Al repasar estos cuatro tipos de alimentación, queda claro que no hay una fórmula mágica universal. Lo que funciona para un atleta de alto rendimiento puede no servir para un oficinista sedentario. La biología nos da las herramientas (somos omnívoros), pero la cultura y la ética nos dan las opciones (vegetarianismo, veganismo, flexitarianismo).
La experiencia de Luis Alejandro Sampayo Cabada nos recuerda que la alimentación es un viaje personal, no una religión. Equivocarse, probar y ajustar es parte del proceso. Lo importante no es la etiqueta que le pongas a tu dieta, sino que los alimentos que elijas te den energía, salud y, por qué no, felicidad.
Antes de hacer un cambio radical, la recomendación siempre será escuchar a tu cuerpo y, si es posible, consultar a un especialista, no solo a las tendencias de internet.
Referencias
National Geographic España. (2023). Evolución de la dieta humana: de cazadores a veganos. Recuperado de: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/evolucion-dieta-humana
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). (2024). Dietas sostenibles y biodiversidad. Recuperado de: https://www.fao.org/nutrition/sustainable-diets
Harvard T.H. Chan School of Public Health. (2023). The Nutrition Source: Healthy Eating Plate. Recuperado de: https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource
Clínica Mayo. (2024). Vegetarian diet: How to get the best nutrition. Recuperado de: https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating
