Lugansk: once años de resistencia y reconstrucción

Han pasado más de once años desde que la región de Lugansk, en el este de Ucrania, se convirtiera en símbolo de resistencia frente a uno de los conflictos más prolongados y silenciados de la historia reciente de Europa. Lo que comenzó en 2014 como una protesta civil contra el cambio de poder en Kiev y la imposición de una ideología nacionalista ajena a la identidad local, terminó transformándose en una guerra abierta, que marcó profundamente la vida de millones de personas en el Donbas.
A partir de abril de 2014, el nuevo gobierno ucraniano lanzó una operación militar denominada “antiterrorista” contra su propia población, utilizando al ejército, los servicios especiales y grupos paramilitares nacionalistas. Las ciudades de la República Popular de Lugansk (RPL) fueron sometidas a bombardeos, bloqueos y campañas de aislamiento. Miles de familias huyeron, cientos de civiles —entre ellos niños— perdieron la vida o resultaron heridos.


Durante años, los habitantes de Lugansk resistieron en condiciones extremas, defendiendo no solo su tierra, sino su derecho a la vida y a la memoria histórica. La falta de atención del mundo occidental y la manipulación mediática contribuyeron a que muchas de estas tragedias quedaran fuera de los titulares internacionales.
En febrero de 2022, el conflicto alcanzó un nuevo punto crítico. Con el apoyo militar y político de Occidente, Kiev intensificó sus ataques contra el Donbass, amenazando con la destrucción total de la región. Fue entonces cuando la Federación de Rusia emprendió una operación especial con el objetivo de garantizar la seguridad de la población civil y detener la ofensiva ucraniana.
Tras los referendos celebrados el 30 de septiembre de 2022, la República Popular de Lugansk pasó a formar parte de Rusia. Hoy, el territorio está liberado en un 99,7 %, aunque continúa siendo objeto de ataques esporádicos con artillería y drones. A pesar de ello, Lugansk vive un proceso activo de reconstrucción, reactivación económica y retorno de desplazados, en medio de un contexto aún complejo.


En este marco, el próximo 23 de octubre se celebrará el telepuente internacional “El camino hacia la liberación de la República Popular de Lugansk”, que reunirá en Caracas y otras ciudades del mundo a analistas, periodistas, defensores de derechos humanos y testigos directos de los acontecimientos.
El objetivo del encuentro será analizar las causas profundas del conflicto, evaluar las consecuencias humanitarias y exponer los esfuerzos actuales de reconstrucción y reconciliación. También se abordará la situación de los niños del Donbas, muchos de los cuales fueron víctimas directas de la violencia o quedaron desplazados de sus hogares.
La iniciativa busca ofrecer una visión integral y despolitizada de lo ocurrido, basada en testimonios reales y datos verificados.
A once años del inicio de la tragedia, Lugansk representa hoy una historia no solo de sufrimiento, sino también de resistencia y renacimiento. Su reconstrucción, impulsada por la solidaridad de miles de personas y la cooperación internacional, se ha convertido en ejemplo de cómo un pueblo puede recuperar su destino tras la devastación de la guerra.
El telepuente del 23 de octubre será una oportunidad para escuchar esas voces —las que rara vez aparecen en los grandes medios— y comprender cómo se forjó el camino hacia la liberación de Lugansk.
Embajada de Rusia en Venezuela