La ruta íconos de Trujillo recorre una tierra de fe

El estado Trujillo ofrece diversas alternativas turísticas para disfrutar en cualquier época del año, entre ellas la ruta íconos Trujillanos. Esta es una propuesta del señor Alfonso Pérez, propietario de Braseros Pollos Eladio, acompañado de la Corporación Trujillana de Turismo (Corpoturismo).
La ruta está integrada por cinco estaciones cargadas de sabor, tradición y devoción y está certificada por el Ministerio de Turismo (Mintur). El itinerario inicia en el Punto de Información Turística ubicado en el parque Los Ilustres del municipio Valera.
La primera estación es Mora Café, ubicada en la población de La Puerta, donde la naturaleza se mezcla con la mermelada de mora, la miel, el cacao y el más sabroso café arábigo de la localidad.
María Esperanza Moreno de Anzola junto a su esposo ofrece un paquete que incluye el recorrido por el sitio, degustación de sus productos artesanales y la piscina natural mineralizada que sirve para la relajación del cuerpo y la mente. Hay una gran variedad de plantas ornamentales, alimenticias y medicinales que captan el interés de quienes visitan el cálido lugar.
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Gastronomía típica
La ruta continua hacia el prestador de servicio Braseros Pollos Eladio, ubicado a 10 minutos de la ciudad de Valera vía La Puerta, con una tradición de más de 60 años ofrecen como plato principal el pollo asado acompañado de varios contornos como el mojito trujillano, la cuajada envuelta en hojas de plátano y las hallacas de caraota que son cortesía de la casa. En esta parada se almuerza.
Pérez indicó que desde hace 10 años tomó junto a sus hijos las riendas del restaurante a fin de ofrecer un menú tradicional en un ambiente familiar con calidad de servicio.
“Esta ruta turística es una aspiración de hace muchos años y hoy se ve cristalizada. Visiten el estado Trujillo que es maravilloso, con grandes bondades”, expresó.
Isnotú: paraíso espiritual
Seguidamente, la ruta llega a la cuna del doctor José Gregorio Hernández Cisneros, el primer santo trujillano. La parada se hace en la Bodega Trujillana de Corpoturismo donde se consiguen recuerdos y detalles con la imagen del médico de los pobres.
Luego, el acólito Digerson Salazar dirige el recorrido por el Santuario Niño Jesús de Isnotú explicando parte de la vida, obra y figura del médico de los pobres. Los visitantes pasan por el oratorio donde está la estatua de mármol de José Gregorio, la plaza del Peregrino y conocen la imagen hiperrealista del santo, elaborada por el artista merideño Isrrael Linares.
El recorrido por el santuario culmina en el Museo Diocesano el cual resguarda y expone numerosos objetos relacionados con el doctor Hernández Cisneros, su familia e Isnotú. Allí se pueden observar varias cartas y récipes de su puño y letra, retratos propios y de sus padres, obras de arte, muebles, un piano, imágenes de santos, así como objetos que han sido recolectados gracias a la colaboración de su familia, amigos, colegas y de todo un pueblo creyente.
Cultura y devoción
Íconos Trujillanos realza las tradiciones de los pueblos al conectar a los participantes con el sonido de los tambores que rinden tributo al santo negro. En Sabana Libre, municipio Escuque, está la capilla de la Sociedad San Benito de Palermo integrada por más de 100 vasallos, entre niños, jóvenes y adultos, quienes desde 1988 celebran a este santo no solo en sus fechas especiales, sino también para dar gracias por favores concedidos.
Al caer la noche la ruta llega al ícono turístico por excelencia del estado Trujillo: el Monumento a la Paz, ubicado a 1.600 metros sobre el nivel del mar y con una maravillosa vista de la ciudad capital, clima de montaña y un rincón fotográfico para conocer el proceso de edificación de la estructura.
Allí el Grupo Yeye, aliado comercial de la propuesta, recibe a los visitantes con una degustación de sus productos dulces y salados.