La gente gritaba y luego se echaba a reír

Nadie pone en duda que ‘Tiburón’ es la mejor película de la historia que gira alrededor de este animal. Sin embargo, el enorme éxito de la obra maestra de Steven Spielberg ha llevado a que haya muchos largometrajes más que potencian su vertiente más sanguinaria.
Hoy Cuatro aprovecha para meter el miedo en el cuerpo a los playistas con un día en el que se emiten varias películas que hará que muchos se lo piensen dos veces antes de meterse en el agua. Una de ellas es ‘Deep Blue Sea’, un entretenido y salvaje espectáculo dirigido por Renny Harlin que a mi juicio cuenta con una de las mejores muertes de la historia del cine.
Un pasatiempo único en su especie


‘Deep Blue Sea’ es una película que llevó en un momento delicado en la carrera de Harlin, ya que había encadenado dos grandes fracasos como ‘La cabeza de las islas cortadas’ y ‘Memoria letal’, por lo que necesitaba desesperadamente un éxito para remontar el vuelo. Para ello contó con un generoso presupuesto de 60 millones de dólares y un reparto con varios rostros conocidos pero ninguna gran estrella.
Ojo con los spoilers de aquí en adelante.
De hecho, el actor más reconocible de la película era Samuel L. Jackson, quien tiene una presencia bastante reducida. ¿El motivo? La gran sorpresa de ‘Deep Blue Sea’ es que su personaje muere relativamente pronto, coincidiendo además con que acaba de dar un discurso heroico. Todo un shock para el público que los publicistas de Warner quisieron reventar en el tráiler.
El propio Jackson recordaba en una entrevista concedida a The Guardian que «en el pase de prueba, la gente gritaba y luego se echaba a reír. Sin embargo, tuve que discutir con el equipo de marketing. Querían incluir esa parte en el tráiler. Les dije: ¡No! Tiene que ser una sorpresa«. Por suerte, el actor logró salirse con la suya, pues todavía recuerdo la genial sorpresa que me llevé cuando vi ‘Deep Blue Sea’ en cines.


Es indiscutible que esa escena en la que el personaje de Jackson es comido vivo por un tiburón es lo más memorable de la función, pero ‘Deep Blue Sea’ tiene más alicientes para pasar un buen rato con ella. Aquí el terror, aunque siempre presente, es secundario ante la necesidad de conseguir un espectáculo enloquecido en el que también hay espacio para secuencias tan disparatadas como esta otra o un final que se sale de lo habitual en este tipo de producciones.
Esa desvergüenza puede chocar a algunos espectadores, pero precisamente es lo que para mí convierte a ‘Deep Blue Sea’ en una película única. Al abrazar sus inquietudes como circo cinematográfico, lo que Harlin consigue es un pasatiempo inolvidable que muchos recordamos con más cariño del que nunca esperaríamos tener ante un título de estas características.
Al final todo tuvo final feliz para Harlin, ya que la película tuvo el suficiente éxito para relanzar brevemente su carrera. Y es que ha seguido trabajando con regularidad, pero el enorme desastre en taquilla de ‘Driven’ hizo que su buena estrella terminase de apagarse. Con todo, yo todavía disfruté lo suyo con ‘Cazadores de mentes’, una especie de cruce entre ‘C.S.I.’ y cine de terror que cuenta con una de mis frases lapidarias favoritas. ¿Absurda? Muchísimo, y por eso me encanta.


Esta tarde podréis disfrutar (de nuevo) con ‘Deep Blue Sea’ a partir de las 18:05 en Cuatro. Si habéis desarrollado alergia a ver películas con anuncios en televisión, tengo malas noticias, ya que actualmente no está disponible en el catálogo de ninguna plataforma de streaming en España. Y su edición en blu-ray lleva años descatalogada.
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