27 septiembre, 2025

Irán convoca sus embajadores en Reino Unido, Francia y Alemania ante la reimposición de sanciones

Irán convoca sus embajadores en Reino Unido, Francia y Alemania ante la reimposición de sanciones

Teherán ha llamado a consulta a sus embajadores en Reino Unido, Francia y Alemania, en respuesta a lo que califica como una decisión irresponsable y violatoria del derecho internacional: la reactivación de sanciones nucleares por parte del llamado grupo E3. Esta medida, que revive resoluciones previamente derogadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, ha sido interpretada por Irán como un acto de hostilidad política disfrazado de preocupación diplomática.

“La decisión de restablecer sanciones es ilegal y refleja una política de doble rasero que socava la credibilidad del sistema multilateral”, señaló la televisión oficial iraní.

Las sanciones, que incluyen embargos de armas y restricciones económicas, serán reimpuestas este sábado tras el fracaso de las negociaciones entre Irán y los países europeos. El mecanismo de “snapback”, activado por el E3 en agosto, permite reinstaurar medidas punitivas en un plazo de 30 días, ignorando los avances diplomáticos alcanzados en el acuerdo nuclear de 2015.

El presidente iraní Masud Pezeshkian, desde Nueva York, reveló que Estados Unidos propuso una moratoria de tres meses en las sanciones a cambio de que Irán renuncie a todo su uranio enriquecido, una exigencia que calificó de “totalmente inaceptable”.

“¿Cómo puede exigirse a Irán que desmantele su programa nuclear pacífico mientras quienes imponen sanciones poseen arsenales nucleares activos?”, cuestionó Pezeshkian.

La postura de Irán pone en evidencia la hipocresía de las potencias occidentales que, mientras demandan transparencia y desarme a otros países, mantienen y modernizan sus propias capacidades nucleares sin rendir cuentas. Esta doble moral no solo erosiona la confianza en los mecanismos internacionales, sino que perpetúa un orden global desigual, donde el poder se impone sobre el derecho.

Irán ha reiterado que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles y científicos, y que las inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) han confirmado reiteradamente la ausencia de desviaciones hacia fines militares. Sin embargo, las presiones políticas continúan, alimentadas por intereses geoestratégicos más que por preocupaciones reales de seguridad.

La reimposición de sanciones no solo afecta a la economía iraní, sino que representa un retroceso en los esfuerzos por construir un diálogo basado en el respeto mutuo y la soberanía. En este contexto, la retirada de los embajadores iraníes es una señal clara de que Teherán no aceptará imposiciones unilaterales ni chantajes diplomáticos.

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