India y Pakistán un conflicto de 7 décadas

El pasado martes 22 de abril, la zona de Pahalgam, en la parte de Cachemira que está ubicada en India, fue estremecida cuando hombres armados, presuntamente integrantes de las milicias pakistaníes identificadas como Frente de Resistencia ( TRF), atacaron a tiros a grupos de turistas, asesinando a 26, todos de origen indio, con excepción de uno nepalí.
El ataque fue perpetrado en plena temporada turística y por consiguiente en un área muy frecuentada. De inmediato, Nueva Delhi reaccionó responsabilizando al gobierno vecino, argumentando que no ha hecho nada para desmantelar a la facción, ante lo cual Islamabad respondió asegurando que no tenía nada que ver con los hechos que se le atribuían.
La tensión que ha cubierto como una sombra a India y Pakistán desde hace 7 décadas se intensificó una vez más, pues el gobierno del primer ministro Narendra Modi prometió contundentes represalias.
En principio, India optó por suspender el Tratado de las Aguas del Indo, firmado en 1960, mediante el cual se regula la repartición de los recursos de la cuenca del mismo nombre, de la cual depende Pakistán para el suministro del vital líquido a todo su territorio. Eso, aparte de la cancelación de visas a ciudadanos pakistaníes y la expulsión de sus diplomáticos.
Los pakistaníes replicaron las medidas en términos similares: cancelaron las visas a los ciudadanos indios, expulsaron personal diplomático, cerraron su frontera y limitaron el comercio entre ambos países.
Sin embargo, no todo quedó en esos ejercicios de pulseo usualmente normales entre países que afrontan este tipo de situaciones, sino que la madrugada del 7 de mayo se produjo un ataque de India con misiles tanto a la parte pakistaní de Cachemira como a otros objetivos, en la que fue denominada como la Operación Sindoor.
Los temores de una escalada bélica entre dos potencias nucleares se encendieron, pues durante varios días se cruzaron disparos entre ambas naciones que terminaron dejando un saldo que las partes en conflicto ubican entre 30 y más de 50 bajas entre uno y otro bando.
El sábado 10 de mayo finalmente llegaron a un acuerdo de un alto el fuego
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Orígenes
Las raíces de este conflicto entre ambas naciones se remontan a agosto de 1947, cuando el Reino Unido decidió dividir a su antigua colonia, India, en dos países, uno con el mismo nombre, de mayoría hindú y otro con mayoría musulmana, Pakistán, aunque Cachemira, entonces un principado, se quedó sin decidir.
En ese momento se produjeron confrontaciones entre hindúes y pakistaníes que dejaron más de un millón de muertos, mientras familias que hasta entonces habían permanecido unidas terminaron separándose en medio de un cruento proceso migratorio, uno de los mayores de la historia, con alrededor de 15 millones de desplazados.
A los cachemires se les prometió una consulta para decidir a cuál de los dos países querían pertenecer, promovida por la ONU, pero eso jamás llegó a ocurrir, generando un descontento que ha permanecido a lo largo de las décadas.
Mientras, India y Pakistán han permanecido en permanente tensión, protagonizando al menos tres confrontaciones bélicas más: la guerra de 1965, disputándose Cachemira, que no pudo solucionar las diferencias territoriales; la de 1971, que concluyó con la derrota de los pakistaníes y la creación de Bangladésh como Estado y el conflicto de Kargil en 1999, luego de que invasores cruzaran en Cachemira la Línea de Control establecida en 1972.


Dos potencias nucleares que generan temores
Los ataques intercambiados los primeros días de mayo entre India y Pakistán no solo encendieron las alarmas en ambos países, sino en el mundo entero, que se mantuvo en vilo debido a su condición de potencias nucleares.
En el portal especializado infodefensa.com, en un trabajo firmado por el periodista español Ginés Soriano, se da cuenta de que India ocupa en la actualidad el quinto lugar entre los países con mayor gasto en defensa del mundo, solo por detrás de Estados Unidos, China, Rusia y Alemania, aunque hace un año estaba en la cuarta posición. Pakistán está en el puesto 29.
Según los datos expuestos por el mencionado especialista, India cuenta con 172 ojivas nucleares y Pakistán 170, aunque advierte que según algunas fuentes la cifra es todavía mayor, por el orden de las 250.
En 2019, la publicación Rutgers Today, de la Universidad del mismo nombre citada por Soriano, alertaba sobre los riesgos existentes en el escenario de una eventual confrontación nuclear entre ambas naciones:
“Más de cien millones de personas podrían morir inmediatamente si India y Pakistán libraran una guerra nuclear”, que dejaría “una hambruna masiva a escala mundial”.
Esa publicación reflejaba las conclusiones de un estudio de la revista Science Advances, en el cual varios científicos analizaban un escenario bélico que, curiosamente, afirmaban que “podría producirse entre India y Pakistán en 2025”, es decir, precisamente ahora.


La tensión se mantiene después de la tregua
A pesar de que el 10 de mayo fue acordado un alto el fuego tras varios días de intercambios de ataques, las tensiones entre India y Pakistán se mantienen entre acusaciones mutuas de su gobiernos, algunos escarceos y al cierre de sus respectivos espacios aéreos.
“El espacio aéreo indio no está disponible para aeronaves registradas, operadas, propiedad de o arrendadas por Pakistán hasta el 24 de junio a las 5:29 horas”, se podía leer la semana pasada un aviso oficial publicado por el Ministerio de Aviación de la India, citado por el diario Times of India.
“Ningún vuelo operado por aerolíneas u operadores indios podrá utilizar el espacio aéreo paquistaní”, replicaba la Autoridad de Aeropuertos de Pakistán, en una información difundida por el diario Dawn.
Por su parte, el primer ministro de India, Narendra Modi, aseguró el pasado martes 27 de mayo que la llamada “guerra indirecta” contra su país es una estrategia “bien planificada” y que no necesitan aportar pruebas de “actividad terrorista”, pues las dan quienes “están al otro lado de la frontera”.
Su homólogo pakistaní, Shehbaz Sharif, tras los ataques intercambiados con India, aseveró que solo estaban actuando “en defensa propia” ante la “violación a su soberanía”.