Hugo Chávez y la venezolanidad
A mediados y finales del siglo XIX la historiografía oficial venezolana sustentó sus investigaciones socio-históricas sobre la base de valores eurocéntricos; básicamente, predominaron las concepciones prohispánicas. La leyenda dorada sobre los procesos de conquista y colonización constituyeron el imaginario de la venezolanidad.
El hombre blanco, católico, apostólico y romano sustituía la imagen del hombre originario, salvaje y profano. Cristóbal Colón se había convertido en el fundador de la civilidad en América. En consecuencia, Simón Bolívar, y el resto de los patriotas blancos criollos fueron asumidos como los continuadores de las gestas civilizatorias ibéricas y greco-romanas.
Con la explotación del primer pozo petrolero en Venezuela, El Zumaque I, el 31 de julio de 1914, en Mene Grande, penetró en el país un nuevo imaginario social, la del hombre y la cultura norteamericana.
El ideal civilizatorio pasó de ser hispánico a ibero-afrancesado, a finales del siglo XIX y principios del XX, hasta que alcanzó su cenit la visión del mundo anglocéntrico; es decir, se había implantado la cultura del trust petrolero estadounidense. Lo peor de la cultura “gringa”, la del consumo masivo con la penetración de los valores mass-media, como horizonte socio-cultural a alcanzar.
En términos ideológicos, la venezolanidad, como sentir y apreciación dominante, durante la Cuarta República despreciaba lo mestizo, lo popular, por su condición bárbara en vista de que representaba la antítesis de la sociabilidad. A partir de los principales aparatos ideológicos del Estado desterraron la gramática popular que se venía tejiendo desde la sociedad patriótica, las guerras de Independencia y Federal, esta última con Ezequiel Zamora al mando, el Carupanazo, el Porteñazo, el Caracazo, la Lucha Armada, la insurrección del 4 de Febrero, entre otros acontecimientos llevados adelante por el pardaje nacional a lo largo de los siglos XIX y XX.
Por todas esta razones, Hugo Chávez representa la síntesis de la historia subterránea, negra, india, parda, blanca de orilla, oculta, despreciada, tanto por el coloniaje español como por todos los gobiernos conformados a favor de los blancos criollos y extranjeros, los del poder económico, político e ideológico imperialista. El comandante profundizó las contradicciones sociales aplacadas por el poder a través de la cruz y la espada; la represión y el miedo; los medios de comunicación de masas y las redes sociales.
