Hegseth apoya al oficial que ordenó matar sobrevivientes en el Caribe
Metido en el ojo del huracán, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, mostró su solidaridad con el almirante Mitch Bradley, quien habría ordenado asesinar a dos sobrevivientes de uno de los ataques que el gobierno de Washington ordenó en el Caribe contra pequeños botes a los que acusa de transportar drogas.
En su cuenta en la red social X, Hegseth escribió: “Dejemos una cosa muy clara: el almirante Mitch Bradley es un héroe estadounidense, un verdadero profesional y cuanta con mi apoyo total. Lo apoyo a él y a las decisiones de combate que ha tomado, tanto en la misión del 2 de septiembre como en todas las demás desde entonces”.
Hegseth añadió un halago para las fuerzas armadas que protegen a su país, y expresó que “cuando el Departamento de Guerra dice que respaldamos a nuestros guerreros, lo decimos en serio”.
La declaración del secretario de Guerra se produce luego de despertar importantes incomodidades dentro del alto mando militar, luego de que el pasado 1 de octubre citara a 800 generales y almirantes del Ejército estadounidense a una polémica reunión en la que les leyó una pesada cartilla sobre cómo realizar su trabajo.
En aquella ocasión, se refirió a muchos de ellos como “soldados gordos y fofos”, que no sabían hacer una formación de forma correcta y que no soportaba verlos en los pasillos del Pentágono. También se refirió a algunos de ellos como promotores de las políticas “woke” al permitir las cuotas de género, la igualdad racial y la diversidad sexual.
Los comentarios de Hegseth causaron incomodidad en los altos mandos militares, por lo que su tardía exaltación llega en momentos de alta tensión, cuando se investiga con minuciosidad las actuaciones que han tenido en el Caribe y el Pacífico, donde se han violado derechos humanos y principios elementales de combate.
El respaldo de Hegseth al oficial que dio la orden de “rematar” a los sobrevivientes de una pequeña embarcación en el Caribe, podrá servir como prueba en su contra en un eventual proceso judicial por la perpetración de crímenes como ejecuciones extrajudiciales.
