Hace 26 años ‘Matrix’ eclipsó a una de las mejores películas de David Cronenberg, que también revolucionó la ciencia ficción a su manera

Hace 26 años, las hermanas Wachowski hicieron historia con ‘Matrix‘, una película que acabó convirtiéndose en un fenómeno cultural que redefinió la ciencia ficción contemporánea. Sus secuencias de acción revolucionarias, su estética cyberpunk y su trama cargada de filosofía captaron la atención del público e incluso a día de hoy es complicado no encontrar a alguien que no conozca alguna de sus frases o sus icónicas coreografías a cámara lenta. Incluso sin haberla visto.
Sin embargo, cuando ocurre algo tan trascendental como el estreno de un largometraje de este calibre, el resto de lanzamientos acaban siendo eclipsados y condenados a vivir a la sombra. Es el caso de ‘eXistenZ‘, una película muy interesante de David Cronenberg que tuvo la mala suerte de estrenarse el mismo año.
El largometraje también exploraba realidades virtuales y cuestionaba la percepción de lo real, pero desde una perspectiva muy distinta, más psicológica, visceral y perturbadora. Y mientras ‘Matrix’ llenaba salas y se convertía en un referente inmediato, ‘eXistenZ’ pasó casi desapercibida para el gran público.
El contraste fue tan grande que, con el paso del tiempo, parece que la coincidencia en el calendario jugó en contra de la obra de Cronenberg. No era que ‘eXistenZ’ fuera menor en ambición o en ideas, al contrario, sino que su naturaleza extraña, casi alienante, no podía competir con el envoltorio más comercial y el ritmo vertiginoso de ‘Matrix’.
Por eso, a día de hoy, más de dos décadas después, revisitar ambas películas acaba revelando algo fascinante. Y es que no solo comparten temas centrales, sino que parecen dialogar entre sí. Porque aunque es innegable que ‘Matrix’ merecía el éxito que tuvo, también es cierto que ‘eXistenZ’ merecía mucho más reconocimiento del que recibió.
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Realidad virtual al estilo Cronenberg


Protagonizada por Jennifer Jason Leigh y Jude Law, ‘eXistenZ’ despliega todo el imaginario característico de David Cronenberg: cuerpos que se fusionan con la tecnología, artefactos orgánicos de aspecto inquietante y un juego constante entre lo físico y lo virtual. El horror corporal, que el director ya había explorado en ‘Videodrome‘ o ‘La mosca‘, aquí se convierte en el vehículo para hablar de identidad y control.
La trama sigue a una diseñadora de videojuegos inmersa en un entorno de realidad virtual tan inmersivo que resulta imposible distinguirlo del mundo real. Y lo que podría haberse contado como un thriller tecnológico se transforma, en manos de Cronenberg, en un viaje surrealista que incomoda al espectador.
Es precisamente ese carácter incómodo el que hizo que ‘eXistenZ’ tuviera un recorrido mucho más limitado. El público que buscaba la espectacularidad de ‘Matrix’ se encontraba con una historia que, en lugar de ofrecer héroes claros y batallas épicas, planteaba un rompecabezas existencial envuelto en carne, huesos y órganos.
Sin embargo, tanto ‘Matrix’ como ‘eXistenZ’ giran en torno a una misma obsesión. Ambas muestran personajes que deben cuestionar su percepción del mundo y enfrentarse a la posibilidad de vivir en una simulación. Sin embargo, la forma de abordarlo no podría ser más distinta.
Las Wachowski optaron por un enfoque que combinaba filosofía con escenas de acción cuidadosamente coreografiadas, creando un producto accesible pero intelectualmente estimulante. Cronenberg, en cambio, renunció a las convenciones narrativas más comerciales y se lanzó de lleno al subconsciente, al instinto y a la incomodidad.
Esa diferencia explica por qué ‘Matrix’ conectó con millones de personas en todo el mundo y ‘eXistenZ’ quedó relegada a un nicho de espectadores. Pero también es lo que hace que hoy, al revisarlas juntas, funcionen como dos caras de una misma moneda, donde una representa el espectáculo y la esperanza de romper el sistema y la otra, la inquietud y el miedo a no poder escapar nunca de él.
El tiempo le dio la razón


A pesar de haber pasado desapercibida en su momento, ‘eXistenZ’ ha ido ganando cierto estatus de culto. Quienes se adentran en ella descubren un trabajo de producción impecable, desde las inquietantes “bioguns” que disparan dientes hasta los entornos virtuales que parecen salidos de una pesadilla orgánica. Es un recordatorio de que la ciencia ficción no siempre tiene que ser elegante o limpia, también puede ser húmeda, viscosa y muy extraña.
Sin embargo, la sombra de ‘Matrix’ sigue proyectándose sobre su recepción histórica. Incluso en retrospectiva, es difícil imaginar un universo en el que Cronenberg hubiera podido competir en taquilla o impacto mediático con las Wachowski. Lo que sí es posible es reconocer que ambas películas merecen ser revisitadas y analizadas sin compararlas en cuanto a calidad o la recepción que tuvieron, porque sus circunstancias son distintas.
Al final, ‘eXistenZ’ es una propuesta radicalmente distinta que llegó, para su mala suerte, en el peor momento posible.
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