10 octubre, 2025
De San Remo a Caracas

Cuando se alude a lo histórico se suele pensar en el pasado. Para una corriente es la ciencia que tiene como fuente el documento y todo vestigio de la acción de los hombres en el espacio y el tiempo. Sin embargo, ¿es posible historiar la realización de los hombres en todo registro tempo-terrenal o se debe incursionar en expresiones limitadas, pero que mantienen conexión con el todo-universal?

La respuesta es obvia. El estudio de la historia es único e indivisible, sin obviar que es posible incursionar en manifestaciones específicas, como lo conocido como nacional. El problema a encarar entonces es preguntar: ¿la historia es simple ciencia del pasado o del pasado-presente-porvenir?

Y es por esto que hace 50 años pusimos a andar la Historia Actual, síntesis de un pasado que se expresa en el presente-porvenir. Un proyecto que parte de Marc Bloch, Introducción a la Historia y de Lucien Febvre, Combate por la Historia, para quienes este oficio y su producto no está destinado a la simple erudición.

La historia debe ir al fondo de la acción de los hombres, para establecer sus carencias y combatir por la superación de una realidad plagada de dificultades. Se presenta entonces dos tendencias, la que busca que todo siga igual o la que impulsa el combate propuesto por Febvre de actuar por la construcción de un mundo apto para la vida en creación, justicia y libertad.

De allí también el compromiso de Bloch: “Siempre nos parecerá que una ciencia tiene algo de incompleto si no nos ayuda tarde o temprano a vivir mejor”. Por eso establecimos que “la historia que no toca lo actual es incompleta, limitada y de poca utilidad social”. ¡Es actual o no es!

La dificultad documental para este estudio la subsana el testimonio-participación de los actores de lo vivido. Una acción colectiva que impone requisitos técnico-metodológicos que establecimos en trabajos publicados. A partir de estos lineamientos se podría estudiar, por ejemplo, la compleja y difícil situación de la Venezuela 28J-2024.

Necesario partir de tesis llevadas a dos escenarios principales: el que mantiene la continuación del orden establecido y el que sustenta quienes anuncian un triunfo que sería arrebatado por un fraude que los llevaría a la protesta de calle violenta.

Sancho, ¿hasta cuándo se rendirá pleitesía a la tesis de “la violencia como partera de la historia”?

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