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Netflix estrenó, a casi tres años de su debut en el cine, “Freaky: este cuerpo está para matar”. La película protagonizada por Vince Vaughn y Kathryn Newton busca, a partir de la comedia, dar curso a una historia de terror con tono gore y slasher.
En la trama, la estudiante de 17 años Millie Kessler (Newton) intercambia su cuerpo -tras recibir una puñalada- con un asesino en serie mentado El Carnicero de Blissfield (Vaughn). Producto de un hechizo, la joven solo tendrá 24 horas para revertir la maldición de la que ahora es víctima.
Con una duración de 1 hora 42 minutos, el filme echa mano a los elementos del clásico cine de terror para adolescentes. Sangre, persecuciones, gritos, brutales asesinatos y sobredosis de sexualidad se repiten en bucle con intención de anclar al espectador. Pero es sí no es su historia peculiar sino el trabajo logrado por sus protagonistas el que entretiene.
De hecho, es la transición y la forma como queda reflejada en pantalla la que hace que se hace de la atención. Christopher Landon (“Feliz día de tu muerte”) dirige el proyecto cuya fantasía se centra en una daga azteca antigua que servía para sacrificios y que reaparece en casa de un coleccionista para desatar la locura.
Adolescentes en la mira
Previo al baile de graduación de bachillerato una joven, que es objeto de bullying, se verá inmersa en esta nueva vida que la lleva de presa a depredadora, tras el cambio de cuerpo.
En el caso contrario, el asesino se volverá a esta Barbie indefensa, llena de dudas y desesperada por recuperar el daño, en una sangrienta villana que actúa sin razón impulsada por el instinto de matar.
Pero Millie deberá actuar de manera inteligente para que sus amigos le crean e incluso su familia de que ocupa un cuerpo ajeno, mientras la incertidumbre y la sangre a partir del montón de asesinatos, corre descontroladamente en la secundaria de Blissfield.
Su debut en Netflix es de este fin de semana. La película rinde tributo a clásicos del cine de terror como “Viernes 13”, al tener a un asesino enmascarado, y “Freaky Friday” por el cambio de cuerpos. Parodia a esas películas donde adolescentes, un asesino, gritos y sangre eran suficientes para acaparar la atención de párvulas audiencias.