14 octubre, 2025
Derrotamos el fascismo - Últimas Noticias

Les confieso que en esta serie Entender la colonia, sobre la que hemos escrito por ahora 12 artículos, hemos hecho un esfuerzo de estudio y reflexión con un propósito: tratar de aproximarnos sobre lo que vamos a entender históricamente por colonia para poder salir de ella. Sí, lo dije en presente. Necesario es insistir en que no hay que confundir el proceso de independencia de Venezuela y de la América española con la descolonización.

El cargamento histórico que trajo la invasión europea nada tenía que ver con la milenaria existencia (vida y cultura) de los aborígenes (los “otros”), que se convirtieron en objetivo de la “ingeniería social” y cuyo contenido hemos explicado en otros artículos: violencia, exterminio, robo de tierras, evangelización, civilización, sus instituciones, etc, hasta que se dio un salto cualitativo, pasaron de “no humanos” para ser aceptados como seres humanos (con alma y razón) y “libres vasallos de la Corona”.

Se trataba de la implantación de la estructura, el pensamiento, el imaginario y la cultura occidental en el Nuevo Mundo y algo que a veces se nos olvida: la asimilación del aborigen al sistema occidental. No es poca cosa, es el proceso de imposición del pensamiento único: un Dios cristiano, una Corona, un Papa, una verdad.

Fueron los intereses económicos, el tiempo, el espacio, la distancia y las necesidades humanas los factores que influyeron para dar paso a un elemento novedoso en la “ingeniería social”, que le garantizó la existencia por 300 años a las colonias, a la América española. Nos referimos al mestizaje: los aborígenes son “vasallos libres”. En 1503 la reina Isabel instruyó al gobernador Nicolás Ovando que fomentara los matrimonios mixtos: “E que ansímismo procure que algunos cristhianos se casen con algunas mugeres yndias, e las mugeres cristhianas con algunos indios”.

Las Leyes de Burgos (1512) dan permiso por maternidad: se prohíbe a la mujer hacer trabajo duro hasta que su niño haya cumplido 3 años.

Hay quienes pensaron y teorizaron sobre el mestizaje biológico y cultural para justificar la necesidad de colonización de los pueblos aborígenes, como uno de los recursos imprescindibles de la “ingeniería social” para superar el “salvajismo” y llevarlos a un estado superior: “la civilización”.

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