En defensa del periodismo – Últimas Noticias

Este 27 de junio, como todos los años desde 1964, celebramos el Día del Periodista en Venezuela. Se trata de honrar la memoria de nuestro Libertador Simón Bolívar y la importancia que este siempre le concedió a la comunicación impresa, lo que materializó en 1818 con la creación del Correo del Orinoco, órgano divulgativo del movimiento independentista.
En esa época no había editores empresarios, escuelas universitarias de comunicación ni redes sociales. En resumen, el incipiente periodismo estaba al servicio de una causa política y colectiva.
Apreciamos entonces tres aspectos de la modernidad y de la consecuente conformación del sistema capitalista global que modificaron el carácter originario del ejercicio periodístico, entendido este último como parte fundamental de la batalla de las ideas y de la artillería del pensamiento para la emancipación y no para la anulación del intelecto, la enajenación colectiva y el servilismo universal.
En primer lugar, la conversión del periodismo en una actividad al servicio de la vorágine capitalista y, en consecuencia, una herramienta de los poderes económicos que convirtieron la información en mercancía para obtener ganancias. Además, las élites nos hicieron creer que era un mecanismo de fortalecimiento de la democracia cuando en realidad se trataba de un potente instrumento para que las oligarquías nacionales se hicieran de la institucionalidad estatal para su beneficio particular.
Seguidamente, ocurrió la transformación del periodismo. De un oficio ejercido por intelectuales críticos y comprometidos, pasó a convertirse en una “profesión” aprendida en escuelas universitarias con programas copiados de modelos foráneos, precisamente para que las “empresas de comunicación” contaran con un ejército de soldados para su lógica capitalista y no para el pensamiento crítico.
Y, por último, se ha registrado la irrupción de la comunicación digital y la ingenua apropiación de sus herramientas, la cual se sigue creyendo, como si se tratara de una nueva religión, que fortalece el periodismo cuando en realidad es una amenaza, pues también son parte de la lógica capitalista global y que, además, jamás podrá sustituir la reflexión crítica y la comprensión profunda de los actuales problemas políticos y los vertiginosos cambios sociales.
Por tales razones, es urgente defender el periodismo.