12 octubre, 2025

El punto de cordura en los excesos de los primeros 100 días de Trump

El punto de cordura en los excesos de los primeros 100 días de Trump

Los primeros 100 días del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, han estado marcados por los excesos y desafueros en la aplicación de sus excéntricas políticas económicas, como en la implementación de mecanismos de deportación que violan cualquier cantidad de derechos humanos.

Con 143 órdenes ejecutivas, los primeros 100 días de Trump ya superaron con creces la cantidad de estas medidas dictadas por cualquier otro gobierno estadounidense, lo que la ha valido fuertes críticas de adversarios y aliados, pero también de diferentes sectores dentro de los Estados Unidos, que buscan poner freno a los abusos del presidente.

Ante el desparpajo de Trump, que ya ha amenazado con violar la constitución de su país y buscar la postulación para un tercer mandato, hay algunos sectores dentro del país norteamericano que han actuado como muro de contención a las arbitrariedades del magnate neoyorquino.

Estos sectores son: los tribunales, las universidades y la Reserva Federal.

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El freno de la justicia

Varios jueces se han plantado firme ante las abusivas órdenes ejecutivas de Trump. Los tribunales federales han suspendido temporalmente medidas polémicas del presidente, como su intento de terminar con la ciudadanía automática que la Constitución otorga a quien nace en el país, o la deportación de migrantes a terceros países que los encarcelan sin fórmula de juicio.

El máximo tribunal de EE.UU. ha fallado sobre otras acciones del gobierno, por ejemplo, al ordenarle que le avise con «tiempo razonable» a los migrantes venezolanos que quiere deportar, para que puedan desafiar legalmente su expulsión.

También la justicia ha desactivado bloqueos que jueces de menor rango pusieron a medidas controversiales de Trump, como los despidos de personal y congelamientos de fondos en el gobierno.

Consultada por BBC, la profesora de ciencia política en la Universidad Estatal de Michigan, experta en autoritarismo, Erica Frantz, sostiene que “si la Corte Suprema cede, la puerta se abre de par en par para que siga la toma de poder y la democracia decaiga”.

Las universidades

Desde la llegada al poder, Trump ha tratado de ganar el respaldo de académicos en las universidades más importantes del país, pero su modelo autoritario no es muy popular en la academia, donde ha conseguido detractores de gran influencia en el mundo intelectual del país.

El gobierno ha calificado de antisemitas, las protestas que muchas universidades estadounidenses hicieron contra el genocidio que Israel comete contra el pueblo palestino, y amenazó con reducir el presupuesto de muchas casas de estudio, luego cumplió su promesa.

Como medida de chantaje adicional, el gobierno pide a universidades como Harvard y Yale, que realicen reformas internas y cambios en las políticas de admisión, a fin de eliminar cualquier pensamiento disidente de las políticas de la Casa Blanca.

Por supuesto, estas amenazas no gozan de ninguna popularidad, y por el contrario, han sumado a sectores que antes eran indiferentes a asumir un postura de defensa de la libertad de educación.

«Ningún gobierno —sin importar qué partido esté en el poder— debe dictar qué pueden enseñar las universidades privadas, a quién pueden admitir y contratar, y qué áreas de estudio e investigación pueden seguir», sostuvo el presidente de Harvard, Alan Garber, en un comunicado.

El gobierno congeló US$2.200 millones de fondos federales para esa universidad de élite, y podría hacer lo mismo con cerca de US$8.000 millones más.

La postura de Harvard, ha causado eco en otras instituciones educativas de todos los niveles, y la semana pasada más de 400 instituciones de enseñanza terciaria de EEUU emitieron un comunicado conjunto «contra la extralimitación gubernamental y la interferencia política sin precedentes que ahora ponen en peligro la educación superior estadounidense».

La Reserva Federal de pie contra el daño económico

La Reserva Federal (Fed) es, si sacamos cuentas, el ente que más ha hecho retroceder a Trump en sus medidas económicas. Con su influencia en el mercado, la Fed ha forzado la tregua que anunció Trump en su guerra comercial global, ante caídas extraordinarias en bolsas de valores y precios de bonos del Tesoro por el temor de los inversores al impacto de esa política en la economía.

«La gente se estaba pasando un poco de la raya, se estaban poniendo un poco nerviosos», declaró el mandatario al anunciar en abril que suspendía por 90 días el aumento de aranceles a decenas de países excepto China.

La guerra que Trump ha desatado contra el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jerome Powell, al pedir su destitución, ha generado tensiones en Wall Street y mucha inestabilidad en los mercados, ante lo que se ha denunciado como una reacción peligrosamente autoritaria del presidente.

Ante ello, Trump volvió a recular y tuvo que declarar que no tiene intenciones de despedir a Powell, tras lo que los mercados volvieron a apaciguarse.

Trump ha dicho que rebajará los aranceles a China, país que no se doblegó a su chantaje y aceptó bajarle participación al polémico Elon Musk en su gobierno. Al magnate le importa mucho lo que pasa en los mercados y retroceder en sus políticas económicas, ha servido para calmar un sector tan inestable como ese.

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