El director de Netflix que está en la ruina. Dilapidó en lujos 67 millones de dólares que le dieron para hacer una serie de ciencia-ficción que nunca llegó a existir

A inicios de la década pasada, Carl Rinsch era uno de los futuros cineastas más valorados de Hollywood. De hecho, el propio Ridley Scott, para quien hizo varios anuncios, le tanteó para hacer una precuela de ‘Alien’ y estuvo a punto de rodar un remake de ‘La fuga de Logan’ (que fue cambiando de directores hasta quedar en la nada). Quince años después, su estado es tan lamentable que ni siquiera tiene dinero para ir a otra ciudad… y asistir a su propio juicio por dilapidar el dinero que le dio Netflix para hacer una serie de la que jamás nadie ha podido ver un solo episodio terminado.
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¿Qué son once milloncejos de nada?
Rinsch tan solo ha dirigido una película en toda su carrera, ‘La leyenda del samurai: 47 Ronin’, con Keanu Reeves como protagonista, que en 2013 costó 225 millones de dólares y que apenas pudo recuperar 150. Ya sabemos cómo es Hollywood, estas cosas pasan. Después se puso a hacer anuncios de nuevo hasta que tuvo una nueva y brillante idea junto a su mujer, Gabriela Rosés: una serie de ciencia-ficción que trataría de unos humanos artificiales que deben enfrentarse a conspiraciones de todo tipo mientras tratan de dar ayuda humanitaria alrededor del mundo.
Su nombre, ‘White Rabbit’, que después se cambió a ‘Conquest‘, y que fue rodando por su cuenta hasta que se le acabó el dinero de la productora 30West. Entonces entró el propio Keanu Reeves como productor, y finalmente fue Netflix quien se llevó el gato al agua, aceptando pagar los 61,2 millones de dólares que necesitaban para completar el presupuesto. El problema es que el rodaje no fue precisamente agradable, en parte porque empezó a probar una nueva droga, la lisdexamfetamina, que le dejó el cerebro hecho pulpa.


Después de ir a rehabilitación (a cuesta del presupuesto de la serie, por cierto) y antes de empezar a mostrar un comportamiento errático, Rinsch pidió 11 millones de dólares más a Netflix para completar ‘Conquest’. Y, en plena burbuja del streaming, se los dieron, a pesar de que no habían visto todavía una sola imagen del proyecto. El director procedió a gastárselos en criptomonedas y a apostar en bolsa, perdiendo 6 de los 11 millones en unas semanas.
Alrededor de esa época, empezó a mandar correos a los ejecutivos de Netflix diciendo que podía encontrar la señal del coronavirus emanando del centro de la Tierra, que los aviones son fuerzas orgánicas e inteligentes y que podía prevenir las erupciones volcánicas y los rayos. Su mujer se acabó divorciando (lógicamente), en Netflix le cortaron el grifo y todos empezaron a darse cuenta de que jamás verían terminada ‘Conquest’.
A la conquista del fracaso
Aún le dio tiempo para invertir el poco dinero que le quedaba del presupuesto de la serie en comprar criptomoneda Dogecoin y ganar -ahora sí- 23 millones de dólares, que procedió a gastarse de nuevo en coches y hoteles de lujo, además de todo tipo de extravagantes locuras (ninguna de ellas fue terminar su serie, por supuesto). Netflix acabó demandándole en marzo de este año con juicio programado para diciembre, y en Deadline ya vaticinaban que, si un jurado le encontraba culpable, podía pasarse el resto de su vida en la cárcel. No es una manera de hablar.
Cuando le apresaron, Rinsch fue acusado de fraude electrónico, lavado de dinero y realizar transacciones monetarias con bienes derivados de actividades ilícitas. En total, si un jurado le considerase culpable de todas las acusaciones, le esperarían 90 años en prisión. Lo último que hemos sabido gracias, una vez más, a Deadline es que el director se ha declarado completamente en bancarrota, hasta el punto en que no puede pagarse un viaje entre Los Angeles y Nueva York para asistir a la vista preliminar de su propio juicio.
De hecho, sus abogados de oficio ya han pedido que el dinero del viaje y el alojamiento posterior sea abonado por la justicia estadounidense. Por el juicio pueden pasar Ted Sarandos o Keanu Reeves, entre otros, y no tiene pinta de que vaya a acabar bien para el director después de escamotear 72 millones de dólares a Netflix para gastárselos en lujos de todo tipo, incluyendo una demanda a la propia Netflix en la que les pedía 14 millones de dólares más. Aún no sabemos lo que va a pasar, pero si alguna vez quisiste ver ‘Conquest’, más vale que te imagines lo que podría haber sido, porque eso va a ser todo.
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