26 octubre, 2025
Tiempos de Oscar Guaramato

Iniciamos una serie sobre Persia y la titulamos: El corazón de Irán. Le hacemos una invitación para que nos aproximemos a una cultura y a un pueblo que lo invitó y lo trajo a nuestra casa, a nuestra matria, como pueblos hermanos, el Presidente Hugo Chávez Frías; hablamos de la República Islámica de Irán.

El siglo XXI abrió las puertas del mundo a Venezuela. El hombre y sus circunstancias, la amistad, la paz y la solidaridad entre los pueblos son principios e ideas curtidas en Chávez, que con su experiencia de vida, entendió perfectamente que en la amalgama o unidad de la geografía y la historia es donde se siembran, cultivan, crecen, se forjan, se desarrollan y dan sus frutos los sueños, ideas y principios.

El presidente Chávez, desde el mismo momento de su elección, comienza a construir su utopía: el mundo multipolar, con el que sueña y donde Nuestra América, Asia, África, el Sur Global, en fin, todos tienen un papel muy importante que jugar en la creación de mecanismos de integración, cooperación económica, energética, tecnológica, cultural, educativa, etc, a los fines de crear condiciones para la ruptura de la dependencia. En fin son acciones, procesos sociales y políticos claves para el logro de los objetivos.

La política exterior de Venezuela no discrimina, todo lo contrario, impulsa otro mundo posible de justicia e igualdad, pero sabe del peso geopolítico en la geometría del poder y se inicia un acercamiento más estrecho con China, Rusia e Irán.

Por el contexto descrito y por las circunstancias actuales de la agresión bélica contra la República Islámica de Irán, nos hemos motivado a investigar y a escribir la serie sobre la Civilización persa: el corazón de Irán.

Aunque la categoría no existía para la época, los investigadores y especialistas afirman que con la civilización persa nació “el primer imperio mundial” de la historia. Un imperio liderado por un rey conocido como Ciro el Grande, cuya estrategia y principio “no era la de conquistar, sino unir”.

Si lo vemos en perspectiva desde la lejanía del siglo XXI, el imperio persa no encaja en la lógica imperialista. Pudiéramos decir que echa mano a una tecnología social muy efectiva: la tolerancia.

El imperio persa respetaba la diversidad religiosa, las costumbres, las fiestas, la cotidianidad, el idioma y estilo de vida de los pueblos. ¿Por qué tanta tolerancia? Ya veremos.

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