El centenario de la inmortal Celia Cruz

Cada vez que surgía el tema de la edad en sus encuentros con la prensa, ella utilizaba el humor como capote y, al mejor estilo de cualquier torero español o colombiano, completaba la faena, sin revelar los años que llevaba en el mundo. Tras la noticia de su muerte, se resolvió el misterio.
Úrsula Hilaria Celia Caridad de la Santísima Trinidad Cruz Alfonso, conocida en todo el planeta como Celia Cruz, vio luz, por primera vez, en el habanero barrio Santo Juárez, el 21 de octubre de 1925. El astrólogo argentino Horangel agregaría “bajo el signo de Libra”.
El dato resulta vital para celebrar el centenario de su natalicio y rendir tributo a quien se mantiene, hasta hoy, como la máxima figura femenina de la música tropical en el globo terráqueo. Dentro del género, nadie ha alcanzado su fama, su prestigio ni la querencia de millones de personas que recuerdan con entusiasmo su grito: ¡Azúúúcar!


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Algunas huellas
La relación de Celia Cruz con Venezuela comenzó en 1947. Fue su primera visita como integrante de Las Mulatas de Fuego. Casi una década después, regresó para un evento histórico: el Mano a mano entre La Sonora Matancera y La Sonora Caracas, que la tuvo a ella y a Canelita Medina como protagonistas, en el teatro Libertador de Maiquetía.
A partir de 1965, lanzada como solista, con el disco Canciones que yo quería haber grabado primero, comenzó a venir con mayor frecuencia. En la siguiente década, pisó territorio criollo, por lo menos, una vez cada año.
El 12 de agosto de 1980, marcó un hito al ser la única mujer en la gira de Fania All Stars, que comenzó en el Poliedro y repitió en Barquisimeto y Maracaibo. Estuvo en escena con: Johnny Pacheco, Rubén Blades, Héctor Lavoe, Adalberto Santiago, Pappo Lucca, Ismael Quintana, Roberto Roena, Ismael Miranda, Luigi Texidor y Cheo Feliciano.


El 3 de marzo de 1987, compartió récord Guinness con Billo’s Caracas Boys y La Sonora Matancera, al reunir a más de 240 mil personas, a cielo descubierto, en los alrededores de las plazas España y Candelaria, durante el carnaval de Tenerife.
El 22 de septiembre de 1990, estableció otra marca, al lado de su eterno amigo Oscar D’León, en el Festival de Soneros, realizado en el Madison Square Garden de Nueva York.
“La guarachera del mundo”, también llamada “La reina de la salsa”, aunque a ella no le gustaba la palabra salsa, vino una y otra vez. Sola o acompañada. Para festivales, para cantar en TV o para promocionar un disco. Siempre aplaudida, siempre gigante.
Una de sus últimas presentaciones en Venezuela fue el 27 de agosto de 1998. Atendió la invitación de Renato Capriles, para celebrar los 40 años de Los Melódicos. En el Círculo Militar de Caracas, se reencontró con viejos conocidos: Billo’s Caracas Boys, Andy Montañez, La Dimensión de Siempre y, el imprescindible, Oscar D’León.
Amistad
Entre las amistades cosechadas por Celia Cruz en Venezuela destaca Joaquín Riviera. El mago de la producción la incluyó en los shows del Miss Venezuela 1987 y 1992, otorgándole el privilegio de cantar en vivo (ella repetía que no sabía doblar y él prefería que todo fuera grabado para evitar errores).
También participó como jurado en la elección de 1989. Tras su muerte, ocurrida el 16 de julio de 2003, por cáncer encefálico, Riviera le rindió homenaje en el show de ese año, con Oscar D’León. No es de extrañar que el viudo, Pedro Knight, le enviara uno de los característicos zapatos aéreos de la cantante como recuerdo.