EEUU declara “persecución” a quienes filtraron información sobre ataque a Irán
El gobierno de EEUU tomará medidas drásticas en cuanto al flujo de información clasificada, luego de que este martes se filtrara a la prensa estadounidense una evaluación de inteligencia que asegura que los ataques a las instalaciones nucleares iraníes no lograron destruir los componentes centrales del programa atómico de Teherán.
Esta información establecería que el ataque estadounidense a las instalaciones del programa nuclear pacífico iraní, solo logró demorarlo durante unos meses.
Según cuatro fuentes con conocimiento de la cuestión, citadas el miércoles por Axios, el Gobierno de EE.UU. se propone limitar el intercambio de información secreta con el Congreso. «Estamos declarando una guerra contra los filtradores», afirmó bajo anonimato un alto funcionario de la Casa Blanca.
«La comunidad de inteligencia está buscando la manera de reforzar sus procesos para evitar que agentes del ‘Estado Profundo’ filtren a los medios partes de análisis de inteligencia que son ‘poco fiables’», explicó, agregando que el FBI está investigando la filtración.
Trump está furioso con los medios
El presidente de EEUU arremetió contra los medios luego de las filtraciones sobre un informe de inteligencia que asegura que los ataques a las instalaciones nucleares iraníes no lograron destruir los componentes centrales del programa atómico de Teherán, sino que solo lo retrasaron seis meses.
«‘Fake news’ CNN, junto con el fracasado New York Times, se han unido para intentar degradar uno de los ataques militares más exitosos de la historia», escribió el presidente estadounidense en su cuenta de Truth Social.
«¡Las instalaciones nucleares de Irán están completamente destruidas!», insistió el líder republicano. «¡Tanto el Times como la CNN están siendo criticados por el público», finalizó.
Sin embargo, su furia dirigida a estos medios no logró aclarar si en verdad se ha destruido el programa nuclear iraní, o solo fue retrasado momentáneamente.
En los informes revelados, se indica que los sitios de Fordo, Natanz e Isfahán no sufrieron tantos daños como algunos funcionarios de la Casa Blanca esperaban y que la República Islámica aún conserva el control de casi todo su material nuclear
