Destituido y preso Carlos Andrés Pérez

El pasado 20 de mayo se cumplieron 30 años de la destitución del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, quien se convirtió así en el primer mandatario venezolano en ser sacado del mando por malversación de fondos del erario público, según dictamen de la Corte Suprema de Justicia que encontró en su caso motivos para ser enjuiciado por “mal uso de 17 millones de dólares (! y dale con el dólar!), de la partida secreta”.
Hasta ese día del año 1993 habían gobernado a Venezuela seis presidentes en lo que se conoce como el puntofijismo, a saber: Rómulo Betancourt (1959-1964), Raúl Leoni (1964-1969), Rafael Caldera (dos períodos, 1969-1974 y 1994-1999, cuando le entregó la banda presidencial al comandante eterno Hugo Chávez), Carlos Andrés Pérez (1974-1979), Luis Herrera Campins (1979-1984), Jaime Lusinchi (1984-1989), quien le pasó la banda presidencial en el teatro Teresa Carreño al mismo CAP, y también fue investigado por corrupción, pero logró salir ileso. A CAP lo sustituyó Octavio Lepage, quien para entonces ocupaba la presidencia del Senado, y estuvo un mes al frente de la primera Magistratura. Luego el Congreso designó a Ramón J. Velásquez, quien culminó los meses que le restaban al destituido y le pasó el mando a Rafael Caldera.
El alto Tribunal emitió su dictamen el 18 de mayo de 1993, cuando encontró culpable a CAP “por el caso de los 200 millones de bolívares”. A los dos días se cumplió la sentencia. Horas antes de ponerle las esposas a Carlos Andrés Pérez, su Gabinete en pleno presentó su respectiva renuncia a quien le quedaba poco tiempo en libertad y esperó en el propio Palacio de Miraflores a las autoridades que habrían de hacerlo preso. Al retén del Junquito fue trasladado uno de los políticos que más poder tuvo en los 40 años del puntofijismo. Fue secretario de Rómulo Betancourt, ocupó el Ministerio de Relaciones Interiores, luego fue Presidente de 1974 a 1979 y entregó la presidencia a Luis Herrera Campins.
El caso de CAP, respondió a la Constitución de 1961, aprobada cuando Betancourt estaba al frente del país, no obstante que su mandato comenzó en febrero de 1959. La misma Constitución pautaba que el mandatario que gobernaría en un caso de sustitución, tendría el carácter de interino y eso fueron los casos de Octavio Lepage y Ramón J. Velásquez.
La Corte Suprema de Justicia sentenció el 30 de mayo de 1996, no tuvo el agravante de peculado y establecía dos años y cuatro meses de prisión, de los cuales ya el alto jefe de AD tenía dos años en prisión.