Cumbre de los BRICS desafía amenazas de Occidente en Brasil

La Cumbre de los BRICS y sus asociados en Brasil, que arranca este domingo en Río de Janeiro, está llamada a ser la cita más importante del grupo económico, a pesar de las ausencias del presidente de China, Xi Jinping y de su par ruso Vladimir Putin. El encuentro se produce en momentos en que la economía del bloque ya supera ampliamente a los países del G7.
La reunión no está exenta de tiranteces, en un contexto internacional marcado por la escalada de tensiones tras los recientes ataques de EEUU e Israel contra Irán, país que en 2024 se incorporó al bloque y que espera muestras de respaldo político de sus aliados.
El principal objetivo de esta cumbre, pasa por consolidar una voz común del Sur Global en temas estratégicos como la gobernanza tecnológica, la salud, el financiamiento climático y la reforma del sistema multilateral.
El bloque —originalmente formado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica— ha engrosado sus filas en los últimos años. A los cinco fundadores se suman ahora, además de Irán, países como Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia. Naciones como Bielorrusia, Bolivia, Kazajistán, Cuba, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán figuran como socios del grupo.
Dos de sus miembros principales, China y Rusia, estarán representados por sus ministros de Exteriores Li Qiang y Serguei Lavrov, respectivamente.
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Moneda de comercio del grupo
Este viernes, durante la inauguración de la X Conferencia Anual del Banco Nacional de Desarrollo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró su propuesta de crear una moneda alternativa al dólar para el comercio internacional que evite que los países sean vulnerables a la política económica de EEUU.
«El debate sobre la necesidad de una nueva moneda de intercambio es sumamente importante», expresó Lula, citado por el medio brasileño Globo. El mandatario señaló que, aunque ese tema «es complicado», porque genera «problemas políticos», debe ser parte de la agenda, en tanto en cuanto «el modelo de austeridad ha llevado a los países en desarrollo al empobrecimiento» y «no ha funcionado en ningún país del mundo».
«Los pobres se empobrecen más y los ricos se enriquecen más […]. Si no encontramos una nueva fórmula, terminaremos el siglo XXI de la misma manera que comenzamos el siglo XX. Y eso no será beneficioso para la humanidad», expresó Lula.
La creación de una moneda BRICS fue un tema de debate en la Cumbre BRICS 2024 , celebrada del 22 al 24 de octubre en Kazán, Rusia. En la cumbre, los países BRICS continuaron sus conversaciones sobre la creación de una moneda con respaldo en oro, conocida como la «Unidad», como alternativa al dólar estadounidense.
La potencial moneda de los BRICS permitiría a estas naciones afirmar su independencia económica a la vez que compiten con el sistema financiero internacional existente. El sistema actual está dominado por el dólar estadounidense, que representa aproximadamente el 90 % del comercio de divisas. Hasta hace poco, casi el 100 % del comercio de petróleo se realizaba en dólares estadounidenses; sin embargo, en 2023, se informó que una quinta parte de las transacciones de petróleo se realizaron en monedas distintas del dólar estadounidense.
Si los países BRICS establecieran una nueva moneda de reserva, probablemente impactaría significativamente al dólar estadounidense, lo que podría provocar una disminución de la demanda, o lo que se conoce como desdolarización. A su vez, esto tendría implicaciones para Estados Unidos y la economía mundial.
Llamado a reformular el FMI
La reunión de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales de los BRICS culminó este sábado con un llamado «urgente» a reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, y a avanzar en el financiamiento climático, según reporta EFE.
En una declaración conjunta aprobada por consenso en la víspera de la cumbre de líderes de los BRICS, los titulares de Finanzas de los once países del bloque abogaron por el fortalecimiento de la cooperación del Sur Global y por un modelo de desarrollo más justo y equitativo.
Señalaron que, pese a que los países del grupo representan casi la mitad de la población del planeta, el 40 % del PIB global y un cuarto del comercio y la inversión mundial, se requiere «hacer más» para garantizar que los beneficios de la globalización se distribuyan de forma más equitativa.
Hicieron un llamado explícito al sector privado y a las economías avanzadas para que proporcionen financiación «sustancial» para las acciones climáticas, especialmente en los países en desarrollo. «El financiamiento climático predecible y accesible es indispensable para transiciones justas,» indicó la declaración.
Uno de los temas prioritarios de la reunión fue la «urgente» necesidad de reformar las instituciones de Bretton Woods, especialmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), para que reflejen la transformación de la economía global y la creciente influencia de los países en desarrollo.
«La voz y representación de los países emergentes y en desarrollo en el FMI y el Banco Mundial debe reflejar su creciente peso en la economía mundial,» demandaron.