Crítica de ‘La última Reina’

El brasileño de origen argelino Karim Aïnouz dirige La última Reina, un drama histórico centrado en la figura de la sexta esposa de Enrique VIII Katherine Parr.
La película adapta el libro Queen’s Gambit de Elizabeth Fremantle y cuenta con un reparto de alto nivel en el que destacan la sueca Alicia Vikander y el británico Jude Law.
Tras su paso por el Festival de Cannes donde compitió por la Concha de Oro, y seis meses después de su estreno en Inglaterra, la cinta llegó a las salas españolas el 21 de febrero.
- Fecha de estreno: 21 de febrero de 2025
- Género: Drama, Terror
- País: Reino Unido
- Año: 2023
- Duración: 120 min
- Dirección: Karim Aïnouz
- Reparto: Alicia Vikander, Jude Law, Eddie Marsan, Ruby Bentall
- Música: Dickon Hinchliffe
La última Reina es una historia de terror psicológico ambientada en la sangrienta corte Tudor del infame rey Enrique VIII de Inglaterra (Jude Law). Contada desde el punto de vista de la reina Catalina Parr (Alicia Vikander), la sexta y última esposa de Enrique y la única que evitó el destierro o la muerte.
El guion, a cargo de las hermanas Henrietta y Jessica Ashworth (Tell It To The Bees, Night Bus), está basado en la novela histórica ’Queen’s Gambit’ de Elizabeth Fremantle, primera novela de la autora y entrega inicial de la Trilogía Tudor, en la que, a través de los ojos de Catalina y su joven doncella, cuenta la historia de dos mujeres muy diferentes y sus vivencias en una época aterradora y turbulenta.
La última Reina (FIREBRAND) está protagonizada por Alicia Vikander (Tomb Rayder, Ex Machina, Anna Karenina) en el papel de Catalina y Jude Law (Sherlock Holmes, Animales fantásticos, El gran hotel Budapest) como el tiránico Enrique VIII, La última Reina (FIREBRAND) es el primer largometraje en inglés del director brasileño Karim Aïnouz.
Crítica
Karim Aïnouz construye una de esas películas de factura correcta en cada uno de sus apartados y que, sin embargo, no tiene los suficientes elementos destacables como para perdurar en la memoria de los espectadores.
Basándose en un material histórico, el brasileño se permite ciertas licencias narrativas para reescribir parte de la historia bajo los ojos de la última de las esposas de uno de los soberanos más populares que se han sentado en el trono de Inglaterra.
Drama histórico entre comillas
La controvertida figura de el monarca británico Enrique VIII ha sido explorada infinidad de veces en distintos formatos. Hay más de una veintena de películas que recrean distintos aspectos de la vida del violento rey, una infinidad de libros e incluso un musical de gran éxito en Broadway, llamado Six, que pone el foco en sus seis esposas.
Permitiéndose una infinidad de licencias creativas, sobre todo en el tramo final, las hermanas Henrietta y Jessica Ashworth escriben un libreto que reescribe la historia y que pone el foco en la única de las esposas que no fue decapitada o desterrada del reino.
Katherine Parr sobrevivió a los violentos desmanes de su marido y continuó con sus estatus de realeza a pesar del fallecimiento del rey.
El diseño de producción y el vestuario de La última reina
No hemos sido del todo honestos al decir que no hay nada destacable en La última reina. A parte de algunos momentos actorales especialmente inspirados, el diseño de producción y el vestuario transportan con maestría al espectador a los interiores de la vida en palacio.
Es cierto que, injustamente, este apartado es uno de los que se presupone notable en los dramas palaciegos de época pero sería un injusto no mencionar un trabajo loable, realizado con mimo y meticulosidad.
Estamos seguros de que la caracterización del casi irreconocible Jude Law, ataviado con sus ropajes reales, le ayudó a construir un papel con unos cuantos momentos destacables.
Las actuaciones
Han pasado ya varios años desde que Vikander se hizo con el Oscar a la mejor actriz de reparto por su papel en La chica danesa (Tom Hooper. 2016) y aún más, desde que Law levantara el BAFTA por su papel en El talento de Mr. Ripley (Minghella. 1999).
En La última reina, el papel que debe asumir Alicia Vikander la constriñe más que el propio corsé del vestuario. Anulada por su marido, Katherine Parr tiene pocos momentos de desfogue y es la contención de su propio personaje la que impide que la intérprete brille ante nosotros.
Todo lo contrario sucede con el histriónico monarca. Su carácter caprichoso e inestable hace que, cada vez que Jude Law esté en pantalla, nos agarremos los machos preguntándonos por dónde van a escapar sus desaires. Un mero gesto es capaz de transformar una escena festiva en un momento de tensión extrema.
El manejo de esa tensión es uno de los aspectos más reseñables de esta propuesta y, sin embargo, no está explotado todo lo que se debería.
Valoración final de La última reina
Karim Aïnouz tenía la materia prima necesaria para construir un gran largometraje: el libro Queen’s Gambit de Elizabeth Fremantle, un personaje histórico tan despreciable como interesante y unos intérpretes más que solventes y con una notable trayectoria.
Sin embargo, La última reina termina siendo un producto funcional, que no pasa de correcto, en lo que todo funciona a medio gas y nada resulta especialmente memorable.