18 octubre, 2025

Crecen movimientos defensores de migrantes contra redadas del ICE

Crecen movimientos defensores de migrantes contra redadas del ICE

Ante las medidas antimigrantes extremas impulsadas por el gobierno de Donald Trump, ha brotado un creciente mosaico de resistencia que incluye a organizaciones de migrantes acompañadas ahora por aliados de una lucha más amplia contra la represión de derechos civiles, líderes religiosos, algunos sindicatos, granjeros, pequeños empresarios, maestros en defensa de sus colegas y estudiantes, abogados, atletas e incluso clientes estadunidenses de taqueros y paleteros en ciudades y pueblos.

De hecho, hay cada vez más acciones de resistencia contra lo que defensores de derechos civiles califican de actos ilegales de las autoridades federales. Activistas han rodeado hoteles donde se han alojado agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para armar escándalo gritando: «¡Sin justicia no los dejaremos dormir!» Otros han bloqueado camionetas del ICE o formado barreras humanas contra los agentes.

Maestros en escuelas públicas en Nueva York, Chicago y otras ciudades se han capacitado para impedir el ingreso de agentes de migración. Políticos locales, curas, pastores, imanes y rabinos acompañan a migrantes a sus citas con autoridades migratorias. Enfermeras y personal de apoyo de un hospital se enfrentaron contra agentes que pretendían arrestar a un paciente, destaca un trabajo publicado por La Jornada.

Este lunes, los fiscales generales de 20 estados y de la capital presentaron una demanda legal para rechazar la suspensión de programas de salud y educación para migrantes indocumentados y sus familias, ordenada por el gobierno de Donald Trump.

Las primeras agrupaciones en organizar la defensa de los migrantes fueron las de los propios extranjeros, de diversas organizaciones de oaxaqueños en el sur de California y de michoacanos en Chicago, al igual que en Houston, Atlanta, Nueva York.

Algunas, como las de Boston, Los Ángeles y Chicago, y un sinnúmero de pequeñas ciudades, han contado con el apoyo abierto de sus alcaldes y de otros líderes políticos locales; otras han tenido que enfrentar a las fuerzas combinadas del gobierno federal y estatal en contra de sus comunidades, como ha ocurrido en Florida.

La circulación de información sobre derechos básicos –en decenas de idiomas de las diásporas migrantes, incluidas varios lenguas indígenas– y medios locales y regionales como Radio Bilingüe y radioemisoras y periódicos comunitarios han sido claves para organizar el apoyo y la resistencia.

La Alianza Americas, el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, Casa Michoacán, las redes de defensa de derechos de los migrantes desde Illinois a Florida, la Alianza Latina Pro Derechos Humanos de Georgia, la Red Nacional de Organización de Jornaleros, y decenas, tal vez cientos más a nivel local y regional, están enfrentando la ofensiva antimigrante con una gama de iniciativas para proteger y orientar a los mas vulnerables.

Como en los tribunales y otros lugares donde son blancos de redadas, colonos intentan proteger a sus vecinos, recordando que no tienen que abrir sus puertas a los agentes, y en los casos en que no pueden frenar los arrestos, por lo menos documentan lo sucedido, incluyendo la identificación de los arrestados para avisar a sus familias, pues parte de la práctica oficial consiste en no dar a conocer –a veces durante semanas– el paradero de los detenidos, algo que críticos califican de «desapariciones forzadas».

Líderes religiosos de relevancia nacional y local denuncian y condenan las acciones antimigrantes. Con el respaldo pleno del primer Papa estadunidense, el cardenal Robert McElroy, arzobispo de Washington, calificó públicamente las redadas de moralmente repugnantes. En entrevista con CNN hace un par de semanas, declaró: “Se trata de una deportación masiva e indiscriminada (…) que literalmente desgarra a las familias y tiene la intención de hacerlo”.

El arzobispo católico de Detroit marchó la semana pasada junto con cientos de clérigos a las oficinas de ICE en esa ciudad para exigir trato humano de los inmigrantes. El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, condenó el nuevo centro de detención llamado Alcatraz de los caimanes. La United Church of Christ, denominación protestante nacional, condenó las redadas y acciones de ICE y las calificó de actos de terrorismo interno.

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Y si llega el ICE, qué hacer?

Organizaciones pro inmigrantes y activistas dieron a conocer a una serie de recursos en los que se aconseja a la comunidad inmigrante cómo prepararse y actuar ante una redada de ICE.

En sus sitios web y en publicaciones en redes sociales, estos grupos recomiendan conocer sus derechos, incluso si se encuentran en el país sin autorización, cuando un agente de inmigración toca su puerta, lo detiene en la calle o va a su lugar de trabajo.

En la casa

Si agentes de migración golpean su puerta, la organización activista United We Dream recomienda preguntar si tienen una orden de allanamiento, en la que se especifica qué áreas de la vivienda pueden ser inspeccionadas. Si es así, le están diciendo a los inmigrantes que pidan que se las pasen por debajo de la puerta para revisarla antes de dejar entrar a los representantes de ICE.

Si los agentes están buscando a alguien más, pídales que dejen su información de contacto. No es necesario que les diga dónde encontrar a la persona, pero recuerde que no debe mentir, explica la organización sin fines de lucro Immigrant Defense Project.

En el trabajo

Con respecto a áreas privadas dentro de un negocio, como la cocina de un restaurante, o el depósito de una zapatería, los agentes de inmigración pueden ingresar sólo si tienen una orden judicial firmada por un juez, aclara el National Immigration Law Center (NILC).

Sin una orden judicial, los agentes de ICE necesitan el permiso del empleador para ingresar a esas áreas privadas de un negocio.

Si los agentes de ICE intentan ingresar a un área privada de un local sin el consentimiento del dueño, debe decir: “Esta es un área privada. No se puede ingresar sin una orden judicial firmada por un juez”.

Orden judicial

The American Civil Liberties Union of Texas (ACLU of Texas)recuerda que no debe abrir la puerta si los oficiales del otro lado no le muestran una orden judicial. Pida ver la orden y asegúrese que se trate de una orden judicial y no una orden administrativa. No es lo mismo.

Las órdenes administrativas no provienen de un tribunal. Dicen “Departamento de Seguridad Nacional” y están en los Formularios I-200 o I-205, aclara el NILC.

Mire la parte superior y la línea de firma para ver si fue emitida por un tribunal y firmada por un juez o emitida por DHS o ICE y firmada por un empleado de DHS o ICE. Sólo una orden judicial firmada por un juez permite la entrada a sus instalaciones.

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