30 septiembre, 2025
Carlos León - Últimas Noticias

Carlos León fundó la primera clase de sociología en la Universidad Central de Venezuela. A fin de consolidar lectura científico social entre sus alumnos, escribió un primer libro, Elementos de Sociología, en el año 1904, luego, en 1913 editó el mismo texto corregido y aumentado. Los temas allí tratados suscribieron la racionalidad de la sociología hegemónica.

El mencionado texto, en sus dos ediciones, había roto con la tradición idealista en el país. Propuso repensar el Estado nacional a partir de una plataforma cientificista: definición y campo de la sociología, método de la sociología y elementos sociales.

Acartonados el resto de los temas en el recuadro del método científico, el problema de la venezolanidad desapareció de la escena política e ideológica universitaria. Es decir, la angustia social de buena parte de los autores de finales del XIX y principios del XX˗se diluyó en una serie de conceptos, básicamente, comtiano y durkheimiano. Punto álgido como el de la raza, fue tratado desde una visión socio-biologicista. El contenido político venezolano y americanista los subsumen el objeto y el método de la disciplina.

León subestimó la reflexión sociológica en torno a la venezolanidad. La racionalidad de la cátedra así lo exigía. Si bien, es importante subrayar que en la primera cátedra de sociología fundada en la Universidad de los Andes por Julio César Salas, las investigaciones sociales fueron de carácter histórico y etnológico, pero sin incidir en la mirada académica dominante situada en la capital de la República.

En el ámbito extra-cátedra, tesis tales como la “madre Patria”, el Estado nacional, el bolivarianismo, el americanismo, la conquista y la colonización, la raza y los tipos humanos tuvieron hondo contenido político en los debates ideológicos sobre la nacionalidad.

Mientras que el canon positivista obligó a los investigadores sociales universitarios a pensar en tercera persona. Los escritos en primera persona, que traslucían propuestas socio-históricas y políticas, quedaron fuera del radio de la acción docente.

En suma, los autores que pensaron la venezolanidad se mantuvieron fuera del claustro sin legalidad doctoral. Por esta razón, los cargos burocráticos, la vida diplomática, el periódico y las editoriales privadas ofrecieron a los excluidos de la vida universitaria espacios para la disputa sobre la vida nacional y la nacionalidad.

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