Antes de Stanley Kubrick, un director quería convertir una cinta de culto en una odisea rock, y Mick Jagger y los Beatles estaban puestos para ello

El cine es un arte que, en pantalla, refleja un montón de posibilidades que en la vida real sólo podemos soñar, pero cuando se trata de conocer las historias que ocurren detrás de la filmación o nacimiento de grandes proyectos, nos quedamos con la boca abierta, como al saber que Mick Jagger casi protagoniza una cinta de culto musicalizada por The Beatles.
Antes de que Stanley Kubrick dejara su sello inconfundible en ‘La naranja mecánica‘, la adaptación cinematográfica de la novela de Anthony Burgess estuvo a punto de tomar un rumbo completamente distinto. A finales de los sesenta, en plena efervescencia cultural y con el rock británico en su punto más alto, se gestó una propuesta tan extravagante como tentadora: Mick Jagger al frente del reparto, los Beatles firmando la banda sonora y un director de prestigio dispuesto a llevar la historia a la gran pantalla. Y todo comenzó con una carta.
Desde hace años corre la voz de que Si Litvinoff, productor escurridizo y visionario, intentó convencer al director John Schlesinger para que llevase al cine ‘La naranja mecánica’. En esa carta, Litvinoff no se andaba con medias tintas: proponía que Mick Jagger encarnara al ultraviolento Alex y sugería que nada menos que los Beatles compusieran la banda sonora, una combinación explosiva, que muestra cuán ambicioso (y al límite) estaba el proyecto en sus primeras fases.
La génesis del asunto se remonta a los derechos de la novela de Anthony Burgess: Litvinoff, junto al escritor Terry Southern, se convirtieron en titular de esos derechos con la intención de producir su propia versión cinematográfica. En ese contexto, Litvinoff escribió una carta a Schlesinger (director británico conocido por ‘Cowboy de medianoche’ entre otras) para seducirlo con la propuesta chocante de tener a Jagger como protagonista y a los Beatles en la música.
Hasta los Beatles querían a Jagger
Dicha carta no sólo revela aspiraciones grandiosas para la película, sino también el ambiente creativo de finales de los sesenta: músicos que querían incursionar en el cine, directores teatrales o experimentales que se veían como posibles artífices de polémicas adaptaciones, y productores dispuestos a apostar fuerte por esa mezcla.
Según relatos posteriores, en algún momento circuló una petición firmada por los cuatro Beatles, Marianne Faithfull, Anita Pallenberg y otros personajes de la escena cultural, exigiendo que rechazaran a David Hemmings (quien estaba considerado para el papel de Alex) y escoger a Jagger en su lugar.
Sin embargo, Schlesinger no dio el paso ni tampoco otros aspirantes posteriores como Nicolas Roeg, que no lograron concretar el proyecto bajo esa visión rockera.
Al final, los derechos volvieron a cambiar de manos y se llegó a un acuerdo con el director Stanley Kubrick, quien tenía ya una visión independiente y un enfoque propio para llevar ‘La naranja mecánica’ al cine, que terminaría siendo una adaptación con Malcolm McDowell como Alex, una decisión que ha quedado marcada en la historia del cine.
Finalmente, el mundo conoció la versión kubrickiana, visceral, pulida y con una banda sonora muy distinta. Pero esa misiva de Litvinoff a Schlesinger quedará como un testimonio de hasta dónde iban a llegar los sueños del cine que quería romper moldes.
Fotos de Mick Jagger | The Beatles