12 octubre, 2025

¡En la región de América Latina y el Caribe, cada quién anda por su lado!

¡En la región de América Latina y el Caribe, cada quién anda por su lado!

En el año 1971 el escritor uruguayo Eduardo Galeano escribió un libro que nos impactó, las Venas Abiertas de América Latina, fue la primera campanada de alerta para hacer consciente algo que venía sucediendo en lo económico, que se había hecho costumbre desde la colonia, vigente en el siglo XX y lo que va del XXI, sólo con cambios en sus formas.

Ello aparentemente no pasó del asombro, de la novedad, pues si en algunas acciones derivó para revertir esta situación poco se difundieron y, lo más importante, no lograron cambios significativos. La región está fragmentada, desagregada, a pesar de las múltiples organizaciones multilaterales regionales creadas. Cada quién anda por su lado, no hay políticas ni planes conjuntos que prosperen, a juzgar por los resultados en los ámbitos político, económico, comercial y probablemente social. ¿A quién podemos hacer responsables?, es obvio que esta situación de una América Latina y Caribeña fragmentada, desagregada y dividida conviene en el escenario internacional, siempre será una debilidad en los foros políticos internacionales, en cuanto a las economías de escalas, en cuanto al rol a desempeñar en la mundialización de la producción.

¿Por que en los discursos de los candidatos y luego en los planes, políticas y programas de los presidentes electos está ausente el tema de la integración, al menos con nuestros vecinos, no solo para tratar y resolver los problemas de la seguridad y la defensa nacional en nuestras fronteras, sino para el progreso económico, para los servicios públicos, para el crecimiento económico de nuestras poblaciones binacionales?.

Será un problema de identidad, de autoestima, un rasgo colonial que aún persiste en nuestro inconsciente colectivo, estamos como deslocalizados, pensando, sintiendo y estando desde afuera como Estados-Nación, gobiernos, empresarios, ciudadanos.

Si pensamos en desarrollar las fuerzas productivas, estimamos la cuantía de divisas que aspiramos, cuáles mercados extranjeros conquistar, poco o nada se menciona sobre cuánto bienestar directo generará en la localidad inmediata a los centros de producción y más allá, en el municipio, estado, subregión y país, es como si se tratase de una empresa extranjera que se instala en la localidad. Stavenhagen, sociólogo y antropólogo, alemán-mexicano llamó a este comportamiento: “Colonialismo interno”. Siendo así, no se puede esperar consideración, en los escenarios proyectados, de países vecinos que no cuentan con monedas duras internacionalmente que interesen.

Algunas preguntas

¿Qué planes a mediano y largo plazo tiene el gobierno local, de su municipio, departamento o estado, en relación al crecimiento económico y la producción que involucre a sus vecinos locales?.

¿Qué planes a mediano y largo plazo tiene el gobierno nacional en relación a lo económico y productivo que involucre a sus países vecinos?.

¿En los países de nuestra región todos hablan de la desdolarización, pero buscan en el Yuan y en el Rublo las alternativas, cuántos consideran el Real brasileño o al Peso mexicano, por hablar de dos monedas estables de la región?.¿Por qué no?.

¿Cree que hoy, con los avances de las plataformas digitales de intermediación financiera, de las tecnologías digitales y de encriptación, hacen falta monedas intermedias, de terceros países, para el intercambio comercial internacional?. ¿Con sólo crear una unidad de cuenta común, que establezca una paridad entre nuestras monedas nacionales, en base a nuestras cestas básicas de bienes y servicios no sería suficiente?.

¿Si la demanda de moneda extranjera es para refugio de valor, los países de la región no pueden crear mercados de capitales compartidos con productos financieros que satisfagan estas demandas, pero en monedas nacionales?.

Hechos y datos de la región de América Latina y el Caribe para ilustrar

.-Comercio o Mundialización de la región de América Latina y el Caribe (ITC):

En exportaciones apenas llega al 5,8% de éstas a nivel mundial, concentrando en México, Brasil, Chile, Argentina y Perú el 82% del total de la región. En México y Brasil se concentran el 65%.

En importaciones la participación es un poco mayor y llega a 6,2% de éstas a nivel mundial, concentrando en México, Brasil, Chile, Colombia y Argentina el 74% del total de la región. En México y Brasil se concentra el 58% de las importaciones de la región.

.-Consumo de la Energía (IEA, Sielac-OLADE y Portal Energético para América Latina del Global Energy Monitor):

El consumo de Energía de la Región, en 22 años (2000-2021), es, en promedio, de 23 EJ (Exa Joule), los cuales son apenas el 5,5% del consumo de Energía Total mundial (418 EJ) para el 2019.

El consumo final total, en promedio, en 22 años (200-2021), en: América del Sur es de 16 EJ (Exa Joule), en América Central (sin México) es 1 EJ, en el Caribe 1,3 EJ, es decir, 69% , 5% y 6%, del consumo final total promedio de la región de América Latina y el Caribe, respectivamente. En usos también hay diferencias entre regiones, siendo la más notoria la del Caribe en contraste con la de América Central (sin México).

En la región de América Latina y el Caribe se tiene una capacidad instalada de generación de energía eléctrica de 481.278 MWh, donde la generación hidroeléctrica y las generación térmica no renovable ocupan, en partes iguales, el 80% del total de la energía eléctrica generada. Contrasta con México y la subregión del Caribe, donde la participación de las fuentes térmicas no renovables superan el 60%. Las fuentes eólicas y solar están alrededor del 15% a 17%. Sin embargo, los proyectos en energía eólica y solar, en operación, pre-construcción y construcción, se estima agregarán 412.921 MW (152.994 solar y 259.927 eólicas). Estos proyectos están concentrados en un 80% en tres países: México, Brasil y Chile.

.-Seguridad Alimentaria (Estimaciones 2021 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO):

Mientras, se estiman 828 millones de platos vacíos en el mundo por inseguridad alimentaria moderada (incertidumbre en la capacidad para obtener alimentos) y grave (cuando esta incertidumbre llega al extremo de dejar sin alimentos en una de las comidas del día, incluso hasta pasar un día completo o varios sin comer). En la región de América Latina y el Caribe hay 267 millones, de éstos 177 millones están en América del Sur, 61 millones en América Central (con México) y 28 millones en el Caribe.

En el mundo hay 767 millones de personas subalimentadas, que es “la sensación física de hambre causada por un consumo insuficiente de energías alimentarias”. En la región de América Latina y el Caribe, hay 50.700.000 personas subalimentadas, distribuidas en: 29.300.000 personas en América del Sur, 14.400.000 personas en América Central (con México) y 7.000.000 en el Caribe.

Compartimos esta sentencia de Galeano, que hoy se podría interpretar como una profecía o una la realidad de ayer y de hoy persistente, una señal de que la región en esencia no ha cambiado ni de dirección ni de sentido en 50 años:

“…Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente y reserva del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan, consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos.” (La Venas Abiertas de América Latina, Eduardo Galeano, Siglo xxi editores, 1971). Agréguese hoy: gas, níquel, litio, tierras raras, silicio y mano de obra, profesional y calificada, remota y barata, para la mundialización de los servicios de las empresas transnacionales de los países fuera de la región, y un largo etcétera.

¿Hay un problema de foco, que no permite ver, percibir o valorar lo que acontece a los lados, ni a lo interno de la región y los países?.

¿Podría decirse, que las mayores economías de la región (México, Brasil y Chile) apuestan y apuntan hacia afuera?.

¿Esta desigualdad y desinterés entre nuestros países se proyecta hacia lo interno?.

Otra sentencia lapidaria de Galeano:

“…;el nordeste azucarero de Brasil, los bosques argentinos del quebracho o ciertos pueblos petroleros del lago de Maracaibo tienen dolorosas razones para creer en la mortalidad de

las fortunas que la naturaleza otorga y el imperialismo usurpa.” (Ib.)

¿Hay esperanzas en que las cosas cambien?

Aún cuando los gobiernos de turno de los países de la región de América Latina y el Caribe se empeñen en diferenciarse, a través de lo que hacen, seguiremos siendo iguales, con las mismas raíces, con historias comunes y cruzadas. ¿A cuáles intereses responden?.

¿Qué hacer?

.-Insistir por todos los medios posibles en priorizar el crecimiento económico, el desarrollo de la agricultura, la industrialización y los servicios con el propósito de lograr el bienestar de la población toda y en todo el territorio, de manera integral y articuladamente, sostenible y armónica con el ambiente. Promover este propósito hacia la región de América Latina y el Caribe.

.-Mantener cable a tierra para no perder la identidad y el sentido de Estados-Nación, de pueblos de está misma madre tierra, que comparten valores y universos simbólicos.

.-Más trabajo en las mediaciones para re-encontranos, reconocernos, valorarnos e integrarnos, buscando las razones en nuestro pasado y presente.

.-Todas las acciones que se nos ocurra una vez disparada esta reflexión.



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